'Mujer e hijos'
Tras leer la crítica aparecida en su periódico del emocionante concierto dado en Madrid por Paul McCartney, no puedo más que pensar que menudo desperdicio de entrada al concierto y de espacio en su periódico. Pero ¿cómo ha podido darse tal cúmulo de despropósitos en una crítica que se hacía con la gorra?
Veamos, la crítica (dos columnas grandes y dos pequeñas) se dedica a hablar en primer lugar de la gente que fue al concierto, el número de asistentes, los famosos que fueron vistos (que si la Infanta y el ex ministro... me pregunto a quién le puede importar). Luego pasa a relatarnos el merchandising que se vendió, e incluso nos proporciona información sobre el precio de cada producto (qué detalle), y comenta que se servían bebidas sin alcohol (¡como en todos los conciertos en lugares públicos!).
Sólo hacia la mitad de la última columna (lo crean o no, en el relato de lo anterior ha dedicado una y media de las columnas grandes, y las dos pequeñas) se decide el crítico a hablar de la música. Y con asombro veo que no hay ni palabra del deslumbrante espectáculo visual ofrecido (de lo mejor que yo he visto nunca), ni de la magnífica conexión que se fue creando entre cantante y público a medida que se calentaba el ambiente y sonaban las míticas canciones que todos queríamos oír: Penny Lane, Eleanor Rigby, The long and winding road, Sargent Peppers Lonely Hearts Club Band...
En fin, pensaría que la crítica la ha redactado un ciborg si no fuera porque al comienzo aparece la expresión más aberrantemente machista y estúpida que me ha tocado leer, sin duda sólo atribuible a una persona de carne y hueso: lo crean o no (yo lo he tenido que leer varias veces, pues no daba crédito), el bueno del crítico se despacha describiendo al público con un: "Predominaba el look 'más de 40' con compañía familiar -mujer e hijos- incluida". ¡Y se queda tan ancho! Para que usted se entere, yo (mujer) fui sin mi pareja (hombre, que no marido), acompañada por mi madre, quien, dicho sea de paso, conoció a y bailó con los Beatles en Inglaterra en los sesenta ella solita, sin necesidad de que nadie la llevara a ningún sitio. Que se diga esto precisamente al hilo de un concierto de un ex Beatle... En fin, quizá tengo que aceptar que realmente todavía hay gente que no se entera de nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.