El FBI intenta desenmascarar mediante el detector de mentiras al 'topo' de Chalabi en el Pentágono

Agentes federales de EE UU han comenzado a someter al detector de mentiras a funcionarios civiles del Pentágono para intentar descubrir quién reveló información reservada de alto secreto al político iraquí Ahmed Chalabi, de quien las autoridades norteamericanas sospechan que pudo entregársela a Irán. Las pruebas con el polígrafo o detector de mentiras emprendidas por el FBI se están concentrando en principio en un reducido número de funcionarios que pudieron tener acceso a la información reservada.

Los servicios de inteligencia de EE UU han asegurado que Chalabi, entonces exiliado y opositor a Sadam Husein, informó a Teherán de que Washington había descifrado el código secreto utilizado por el espionaje iraní para transmitir informes confidenciales a sus agentes en todo el mundo.

Chalabi ha negado estas acusaciones. En una carta hecha pública el miércoles por sus abogados y que ha sido enviada a los responsables del Departamento de Justicia, John Ashcroft, y del FBI, Robert Mueller, se asegura que "las acusaciones contra Chalabi son falsas" y se exige que "se abra una inmediata investigación para hallar a los responsables de esa falsa filtración".

Los responsables del FBI no han identificado a las personas que han pasado la prueba del detector de mentiras, aunque los agentes federales que trabajan en la investigación aseguran que trabajan con una lista de funcionarios en la que están incluidos altos cargos del Pentágono. En esa lista se incluye a aquellos que conocían la la operación de contraespionaje sobre los códigos secretos del espionaje iraní y que al mismo tiempo mantenían contactos con Chalabi. Se trata de un círculo relativamente amplio de personas, lo que puede dificultar la identificación del topo.

Chalabi aprovechó ayer la dimisión de George Tenet para lanzar desde Nayaf una dura acusación contra el director de la CIA dimisionario, informa la agencia Reuters. El político chií iraquí responsabilizó a Tenet de haber proporcionado informaciones falsas sobre la existencia de un arsenal de armas de destrucción masiva en manos del régimen de Sadam Husein. A pesar de que Chalabi gozó durante años de la confianza de altos cargos del Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado siempre miraron con desconfianza al dirigente de la oposición iraquí. Muchos responsables de la Administración norteamericana le acusan de haber pasado deliberadamente información falsa sobre las armas de destrucción masiva para empujar a Estados Unidos a una intervención militar en Irak.

"La dimisión de Tenet es un asunto interno de EE UU" dijo Chalabi en Nayaf, "sin embargo, debo decir que la política de Tenet no benefició a Irak, y los golpes fallidos que organizó costaron la vida de centenares de iraquíes. Hasta ahora, sólo le ha creado problemas a la Administración Bush en la ONU y en su propio país".