Clos insta a sus socios a formular las propuestas en el Consejo de Administración del Fórum

Los grupos municipales del tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona trataron ayer de zanjar la crisis abierta por las críticas de ICV y ERC al Fórum formuladas en los días pasados. La comisión de gobierno, compuesta por los concejales socialistas, republicanos y ecosocialistas, acordó renunirse "más a menudo" -"si es necesario cada día"- y canalizar las propuestas a través del consejo de administración del propio Fórum. Tanto el portavoz municipal, Ferran Mascarell, como el consejero delegado del Fórum, Jaume Pagès, consideraron recuperado el consenso políitico.

Ferran Mascarell aseguró ayer que el "consenso" en el Consejo de Administración del Fórum "no corre el menor peligro", en alusión al artículo que la concejal de ICV Imma Mayol publicó la semana pasada en este diario, en el que destacaba algunos puntos negativos del evento, a lo que siguió la petición del republicano Jordi Portabella de convocar un Consejo de Administración urgente del evento.

El consejo se reunirá el 21 de junio; pero, hasta que llegue esa fecha, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, insta a los consejeros a que le hagan llegar sus propuestas para debatirlas previamente y llevarlas al consejo, "el lugar en el que hay que hablar y debatir", señaló Mascarell.

Ante la diferencia de cifras entre las previsiones y el número de visitantes que ha recibido el Fórum durante sus tres primeras semanas, Mascarell recalcó la necesidad de no confundir "calidad" y "cantidad", y consideró tolerable una desviación del 10% respecto de las previsiones.

Mascarell también alertó del peligro de que las polémicas sobre cuestiones prácticas hagan pasar a un segundo plano los grandes temas en los que se basa el Fórum. "El debate sobre la entrada de bocadillos no puede esconder el debate sobre el agua", dijo el portavoz municipal en referencia al diálogo que se celebra estos días.

En términos similares se pronunció el consejero delegado del Fórum, Jaume Pagès. "El consenso continúa siendo sólido y lo será hasta el final. Otra cosa es que los miembros del Consejo de Administración tengan su propia opinión", señaló.

Pagès celebró ayer la conferencia de prensa más tensa que se ha vivido en el recinto desde que arrancó el evento. La tensión la originaron las preguntas de los informadores sobre la cifra de visitantes, que hasta ahora se ha situado por debajo de las previsiones, y acerca de los aspectos que han sido criticados, como el precio de inscripción de los diálogos y la sensación de distancia entre el evento y los ciudadanos expresado desde algunos sectores. Era, además, la primera comparecencia ante los medios de un directivo de la organización del Fórum en las tres semanas que lleva en marcha. Habitualmente es el portavoz, Oleguer Sarsanedas, quien realiza el contacto informativo diario.

El motivo de la convocatoria era, sin embargo, realizar una evaluación cualitativa del funcionamiento de los diálogos que se han celebrado hasta ahora y que han superado las expectativas de participación que manejaba la organización. Pagès se mostró muy satisfecho, tanto por la asistencia como por el desarrollo y las aportaciones de los diálogos. Además de repasar la lista de ponentes participantes, el consejero delegado destacó "el conjunto de propuestas que el Fórum dejará como legado", refiriéndose a proyectos como el futuro Observatorio de la Información o la red de consejos reguladores del sector audiovisual.

Antes de que nadie se lo preguntara, se refirió también a la asistencia de público: "Tengo la percepción de que el escepticismo dará paso a la participación y de que el humor y la ironía dejarán paso a la seriedad". Con esta consideración, el consejero delegado cerraba un juicio a título personal: "Si me permiten hacer una evaluación cualitativa personal, creo que hemos podido constatar que hemos inventado algo nuevo, abierto e interesante. Está claro que el Fórum no es una expo ni un parque temático: es algo complejo por el conjunto de manifestaciones, pero interesante y que no deja indiferente a nadie".

Al preguntársle por las críticas al Fórum y las posibles medidas correctoras, Pagès señaló que la organización está abierta y "atenta a las posibilidades de corregir y mejorar".