"Se está construyendo una Europa lejana a los ciudadanos"

Isabel López de Aulestia (San Sebastián, 1948), divorciada y madre de dos hijos, ha compatibilizado durante años su labor como profesora de Filosofía con la política. Hoy es concejal de EB-IU en Lezo, senadora por Euskadi y dice tener "fundadas esperanzas" de salir elegida para luchar por la construcción de una Europa social. Ocupa el puesto número cinco en la candidatura conjunta de ocho formaciones estatales al Parlamento europeo y podría ser la primera representante de Ezker Batua-IU en esa institución.

Pregunta. ¿Cuáles van a ser sus prioridades si sale elegida?

Respuesta. Esta legislatura tiene un interés especial porque va a ser constituyente. Sobre la mesa está el proyecto de Constitución, diseñado según criterios de la derecha neoliberal, aunque digan que se ha escuchado a la ciudadanía.

P. ¿Por eso defienden la necesidad de un referéndum?

R. Lo hacemos porque, por mucho que la apruben los gobiernos, una Constitución no es legítima hasta que la aceptan los ciudadanos. Además, creemos necesario que se pronuncien sobre un texto que nos dibuja una Europa que no es la auténtica.

P. ¿En qué sentido?

R. Europa es plural desde el punto de vista cultural, lingüístico y de los pueblos; ha sido el continente de la democracia participativa y los derechos humanos, de las conquistas sociales... Esto no lo recoge, y no podemos asumirlo. Y tampoco que no ofrezca garantías para hacer de Europa un referente para la paz.

P. Esto parece difícil, tras constatar la división ante la guerra de Irak

R. Lo es, pero hay que diseñar una política exterior para la paz y de defensa común, no de guerra preventiva. Si no se hace es que todo es mentira, que no estamos construyendo Europa sino un espacio para la libre circulación de mercancías y capitales.

P. ¿Cuál es para usted la principal asignatura pendiente?

R. Precisamente construir la Europa social para tener todos los mismos derechos y deberes. No creo que sea prioritario el pacto de estabilidad, como dice la derecha, sino la creación de empleo, de servicios públicos... Creo que serviría además como elemento de cohesión para sentirnos europeos.

P. Si ya es difícil poner de acuerdo a 25 países, ¿como armar la Europa de las regiones que defienden?

R. No es más que un problema de voluntad política. Austria, Alemania y Bélgica, por ejemplo, admiten con toda normalidad que cuando las instituciones europeas tratan temas que afectan a las competencias de sus regiones sean éstas las que los debatan. Sólo los Estados más centralistas no lo aceptan. En cuanto a la presencia de las lenguas, basta el sentido común.

P. ¿Qué opina de la anulación de la candidatura de HZ?

R. Igual que el PSOE ha sido valiente para sacar a los soldados de Irak, debería serlo también para decir que la Ley de Partidos fue una trampa que no se tiene en pie en un Estado democrático. Aquí es ilegal, en Francia legal... Nos retrotrae al franquismo, cuando pasabamos al otro lado a comprar libros censurados o a algunos actos políticos.

P. ¿Le preocupa que la gente no vaya a votar el 12-J?

R. Sí, porque se está construyendo un Europa lejana a los ciudadanos. Las informaciones de los periódicos son como una sopa de siglas... Tampoco está clara la visión de las instituciones, porque no siguen el sistema clásico de separación de poderes, y esa es la garantía de la democracia. Tenemos una Europa con un déficit democrático importante.