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Reportaje:

El polémico dedo de Buda

Pekín permite la salida de la reliquia para aplacar las protestas de Hong Kong

Decenas de miles de personas hacen cola a diario desde el pasado miércoles en Hong Kong para venerar una de las reliquias más sagradas del budismo: el dedo de Buda. De él dicen los fieles que es portador de paz y prosperidad. Pero, de momento, lo que la muestra ha provocado es una gran polémica. La oposición considera que el préstamo de Pekín no es más que un cínico ejercicio de propaganda orquestado para marcar tantos políticos y calmar las airadas protestas de la población por los recientes golpes asestados por el Gobierno central contra las aspiraciones democráticas en el territorio.

Es la primera vez que el hueso del líder espiritual asiático viaja a la ex colonia británica, y la tercera que sale de China continental, desde que fue descubierto en 1987 en una cripta subterránea del templo de Famen, cerca de la antigua capital Xian. Anteriormente, según Jing Yin, monje y director del Centro de Estudios Budistas de la Universidad de Hong Kong, había sido enviado a Tailandia y Taiwan.

La exhibición coincide con una fecha muy sensible, el 15º aniversario de la masacre de Tiananmen

"La reliquia es de un gran valor, es sagrada, ya que los budistas consideran a Sakyamuni [nombre con el que también es conocido Buda] como su fundador, su maestro. Es igual que si existiesen restos del cuerpo de Jesucristo. Se trata de un gran acontecimiento", explica Jing Yin. "Cuando existe malestar, cuando la gente se siente perdida y necesita un guía, la reliquia del dedo es un instrumento. Trae esperanza, paz y prosperidad a la sociedad". Se prevé que cientos de miles de ciudadanos desfilen ante la urna dorada a prueba de balas que alberga el vestigio, durante los 10 días que estará a la vista.

El dedo, que llegó coincidiendo con el aniversario de Buda, el pasado miércoles, estará expuesto hasta el próximo viernes día 4, una fecha muy sensible para Pekín, ya que es el 15 aniversario de la masacre de Tiananmen. Tradicionalmente, decenas de miles de manifestantes se reúnen de forma pacífica en Hong Kong para recordar a los cientos, quizá miles, de personas que fallecieron en la capital china en 1989 a manos del ejército. Pero este año, la creciente tensión social hace temer que se produzcan problemas. En este sentido, más de 5.000 personas tomaron ayer las calles de Hong Kong en un gesto de desafío al Gobierno de Pekín, que aseguró recientemente que no permitiría una democracia plena en un tiempo cercano en la ex colonia británica.

Sheng Hui, subdirector de la Asociación Budista de China continental, no ha ocultado que espera que la exhibición "inyecte orgullo y patriotismo" en los habitantes del territorio. "Este evento pone de manifiesto que el Gobierno se preocupa por los hongkoneses", ha dicho.

El Gobierno se preocupa o está preocupado. Pekín ve con inquietud el malestar existente tras la decisión adoptada el mes pasado de impedir el sufragio universal tanto en la elección del máximo dirigente de la región administrativa especial, en 2007, como de la totalidad de los miembros del Parlamento el año siguiente. Y está haciendo todo lo posible para impedir que el descontento dé la mayoría a la oposición en las elecciones del Legislativo, el próximo septiembre. En las últimas semanas, tres locutores de radio se han visto obligados a abandonar sus programas tras haber sido presionados por Pekín por criticar al Gobierno central. La llegada de la reliquia sagrada forma también parte de esta campaña, según el campo pro democrático.

Buda nació alrededor del año 563 antes de Cristo y murió sobre el 483. Los historiadores creen que, tras ser quemado, sus huesos fueron recogidos por monjes indios, y que algunos restos fueron llevados más tarde a China.

Marcha para reclamar democracia en China celebrada ayer en Hong Kong.
Marcha para reclamar democracia en China celebrada ayer en Hong Kong.ASSOCIATED PRESS

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