ACESA no cobrará el peaje a los atrapados por el socavón que pagaron con tarjeta

ACESA, la concesionaria de la autopista AP-7, donde se ha producido un socavón de unos 200 metros que afecta seriamente al tráfico, dio ayer orden a sus servicios informáticos para que no sean cargados los pagos hechos con tarjeta o teletac durante el periodo de congestión. Los eximidos de pago serán los conductores que utilizaron la autopista entre el peaje de La Roca y la salida de L'Escala. El conseller en cap, Josep Bargalló, anunció que están muy avanzadas las negociaciones para que eso se produzca cada vez que haya problemas no imputables al usuario.

El socavón de la autopista AP-7 al norte de Girona creció unos metros en la noche del sábado al domingo. De hecho, su evolución no está controlada. El problema afecta a la autopista y a un área mucho más amplia. Los técnicos siguen trabajando en dos sentidos: para resolver el problema urgente y devolver la normalidad al tráfico, y para comprender los motivos y evitar su repetición.

Hay zonas, por ejemplo, a la altura de Sant Sadurní, donde la empresa conoce las variaciones de humedad del terreno y dispone de un sistema de drenaje que impide los movimientos del firme. En la zona de Viladasens, el problema les ha pillado por sorpresa. La hipótesis con la que se trabaja es que se trate de una elevación de los acuíferos como consecuencia de una primavera especialmente lluviosa. El asunto es conocer cuál puede ser la evolución futura del terreno, tanto en el verano, cuando tenderá a secarse, como en el futuro cuando se dé una pluviosidad similar.

El problema ha vuelto a poner sobre la mesa los derechos de los usuarios y la hipotética obligación de pagar por un servicio que no se les da. El conseller en cap, Josep Bargalló, anunció ayer que están avanzadas las negociaciones para que cuando se produzca un problema ajeno al usuario éste quede eximido de pago. Estas negociaciones las lleva el secretario de Movilidad, Manel Nadal.

La pasada semana se constituyó, por tercera legislatura consecutiva, el grupo parlamentario que estudia una solución para los peajes. Entre las propuestas que seguramente aprobará el Parlament está la creación de un fondo dotado con el dinero de los impuestos que generan los propios peajes. CiU ha presentado ya una iniciativa parlamentaria en este sentido.La próxima semana se reunirán también las plataformas antipeajes para coordinar los esfuerzos con vistas a lograr el objetivo marcado: una revisión del sistema de peajes, de forma que no haya zonas especialmente castigadas por la existencia de vías de pago sin alternativa. Entre los agravios que denuncia este movimiento se halla el hecho de que la A-2 (antigua nacional II) y la N-340 sean casi las únicas carreteras nacionales que no han sido íntegramente desdobladas, de modo que el viaje entre Barcelona y Zaragoza, por ejemplo, sólo puede hacerse por una carretera no desdoblada o pagando. Lo mismo ocurre con el trayecto entre la frontera francesa y Valencia, una de las vías más congestionadas de España. Hace unos días, en una reunión celebrada por los consejeros de Política Territorial de Aragón, Javier Velasco, y Cataluña, Joaquim Nadal, éste sugirió que el rescate del tramo de la AP-2 entre Lleida y Zaragoza es una de las soluciones posibles a la falta de una autovía entre estas dos ciudades.

Abertis, que engloba a ACESA, está dispuesta al diálogo, siempre que se respeten los derechos de los accionistas, según explicó ayer un portavoz de la firma.

Menos colas

La empresa anunció ayer, en un gesto de buena voluntad, que no se cobraría el peaje a los usuarios afectados por los atascos. Ayer, las colas fueron mucho menores que las del viernes, cuando alcanzaron 13 kilómetros y las esperas para un trayecto que en condiciones normales se sitúa en torno a 20 minutos se dilataron hasta las tres horas. Los problemas de ayer se produjeron por la mañana y ocasionaron colas de unos 2,5 kilómetros en el momento de mayor congestión, en torno a las 11.00.

Inicialmente la empresa pensó en abrir las barreras, pero no lo hizo porque se utilizan tanto para los que proceden del sur, que sí sufrieron el problema, como para los que viajan desde el norte, que no quedaron afectados. La solución: mantener las barreras y no cobrar a quienes lo solicitaban por considerar que no habían recibido un buen servicio. Los que optaron por las barreras automáticas, ya fuera con pago con tarjeta de crédito o por el sistema de teletac, no recibirán el cargo en su cuenta corriente, según aseguró el portavoz de ACESA.

El gesto fue valorado por el Gobierno catalán. Josep Bargalló recordó, no obstante, que los conductores pagan el peaje para obtener un servicio que consiste en "seguridad, rapidez y movilidad", lo que no se produce en situaciones anómalas. Bargalló añadió que las negociaciones con las concesionarias, iniciadas al principio de esta legislatura, avanzan con más rapidez de lo que se podía esperar y que incluyen las compensaciones a los usuarios. El conseller en cap no precisó si las negociaciones afectan a las concesiones que dependen del Gobierno catalán o también, como en el caso de la AP-7, a las que dependen del Ministerio de Fomento.