Los grupos cívicos y de víctimas piden incorporarse al Pacto Antiterrorista

Los colectivos que, como ¡Basta Ya! o el Foro Ermua, entre otros, nacieron para mostrar el rechazo cívico al terrorismo y el apoyo a las víctimas de ETA, solicitaron ayer su incorporación al Pacto Antiterrorista firmado por el PSOE y el PP. Tras la cita que mantuvieron en Vitoria, a la que no asistió ningún cargo socialista, pero sí del PP alavés, acordaron reforzar su vertiente más cívica y cultural, sin perder su perfil político.

Era la primera reunión que celebraban los grupos que crecieron en la órbita del constitucionalismo más crítico con el PNV tras la derrota del PP en las elecciones generales, y su objetivo era resituarse en el nuevo escenario político y analizar su actuación y su futuro inmediato.

Entre la veintena de convocantes figuraban la Fundación para la Libertad, Ciudadanía y Libertad, Asociación por la Tolerancia, Fundación Víctimas del Terrorismo, AVT, Covite, y las fundaciones que recuerdan a José Luis López de Lacalle o Miguel Angel Blanco, entre muchos otros grupos.

La presencia de representantes políticos se limitó prácticamente al diputado general alavés, el popular Ramón Rabanera, y el teniente de alcalde de Vitoria, José Antonio Pizarro.En su búsqueda de nuevos espacios para mantener su presencia pública, las asociaciones solicitaron ayer formalmente su incorporación al Pacto Antiterrorista de Madrid con el argumento de que "el movimiento cívico ha sido capaz en el pasado de denunciar situaciones y hacer propuestas que avalan su necesidad", según reza el manifiesto que difundieron tras el cónclave. Para los firmantes, el Acuerdo por las Libertades y Contra el Terrorismo exige "el compromiso activo de todos, instituciones, gobiernos y ciudadanos, en la afirmación constante de los valores cívicos y democráticos".

Contra el 'plan Ibarretxe'

Sin embargo, en el comunicado final de la cita, que se celebró a lo largo de todo el día en Vitoria a puerta cerrada, los grupos cívicos optaron por no rebajar su perfil político, y volvieron a pedir la retirada del plan Ibarretxe "ante su naturaleza traumática", y su capacidad "para favorecer una situación de crispación social enaltecedora de todo tipo de radicalismo".

Los reunidos también criticaron lo que denominaron "medidas dilatorias desde la presidencia del Parlamento vasco en la disolución del grupo Batasuna".

A renglón seguido, el manifiesto cita que el objetivo de este tipo de encuentros es favorecer la existencia de nuevas asociaciones que fomenten el tejido social sensible a los planteamientos democráticos. El giro hacia posiciones más cívicas y de fomento de la cultura de la libertad y de la paz lo subrayan con el compromiso de fomentar, también, la creación de nuevas plataformas a lo largo de toda España para dar cobertura a aquellas iniciativas institucionales que vayan en esta dirección.

Por la mañana, al presentar públicamente la cita, el representante de la Fundación para la Libertad, Teo Uriarte, explicó que su objetivo era "buscar un espacio cívico común, un espacio libre y sin límites", a través de la colaboración entre todas las entidades participantes y teniendo en cuenta la experiencia de cada una de ellas.