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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

Los problemas de la enfermería

España necesitaría 100.000 enfermeras más, según la OMS. La precariedad afecta a una de cada cuatro profesionales

La situación laboral de los más de 210.000 diplomados en enfermería españoles difiere entre lo que auguran las estadísticas y la realidad. En teoría, es una profesión de futuro por el envejecimiento de la población y las necesidades de la sanidad pública. En la práctica, un cuarto de los profesionales sufre de precariedad laboral y deben encadenar varios contratos temporales al año.

El número de profesionales de enfermería colegiados en España (todos deben estarlo para poder ejercer) supera los 210.000, según datos del sindicato profesional Satse. De ellos, más del 80% son mujeres, lo que confirma que ésta sigue siendo una profesión eminentemente femenina.

El colectivo está formado por 210.000 trabajadores, el 80% de los cuales son mujeres. Más de la mitad trabaja para el sector público

La mayoría de ellas, algo más de 150.000, trabajan para la sanidad pública, principalmente en hospitales y, en menor medida, en centros de salud, servicios de emergencias y centros asistenciales para mayores, enfermos mentales y crónicos. El resto, desarrolla sus funciones en el sector privado.

Cada año, la cifra de diplomados aumenta en 9.000 personas que salen de las aulas de 102 centros de formación homologados. Mientras, las personas que abandonan la profesión, casi siempre al alcanzar la edad de jubilación, son aproximadamente la mitad de esa cifra.

El impacto que tienen estos datos sobre la profesión, según Satse, es paradójico. Por población, nivel de desarrollo socioeconómico y necesidades establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermería debería ser en España una cotizada profesión, con profesionales disfrutando de abundantes ofertas laborales. Además, la necesidad de profesionales aumentaría si se tiene en cuenta el envejecimiento de la población y la creciente cartera de servicios asistenciales que, tanto el sector público como el privado, ofrecen a determinados colectivos (minusválidos, enfermos mentales, mayores...).

En realidad, sin embargo, el paro entre las enfermeras se acerca al 5% y una de cada cuatro se ve obligada a alternar contratos temporales y meses de inactividad.

Según la OMS, un país como España debería tener una enfermera por cada 140 habitantes, cuando actualmente apenas se acerca a una por cada 250 españoles. También, y aquí España sigue un patrón mediterráneo muy alejado del ideal del norte de Europa, la sanidad pública debería contar con tres profesionales de enfermería por cada médico. La realidad es que el número de médicos en la sanidad pública española es prácticamente igual al número de enfermeras.

Según estos criterios de la OMS, España necesitaría entonces unas 100.000 enfermeras más en activo de las que en realidad tiene.

Un estudio realizado por Satse estima la precariedad laboral en el sector. Sólo algo más del 70% de los profesionales disfruta de un contrato fijo a lo largo de todo el año. Mientras, unas 10.000 enfermeras están en el paro. El escenario para el resto pasa por suplir a sus compañeras de la sanidad pública cuando éstas se van de vacaciones o a rellenar huecos en el sector privado con la esperanza de estabilizar su situación laboral. "El problema es que muchas profesionales pasan años en esta situación, lo que repercute en una pérdida de su calidad de vida muy importante", lamenta un portavoz del sindicato.

Esta situación favorece la emigración (países como Francia, Italia o el Reino Unido llevan años reclutando profesionales españoles para cubrir las necesidades de sus respectivos servicios sanitarios públicos) y la realización por muchos diplomados de enfermería de tareas que están por debajo de su formación en centros sanitarios en los que asumen labores de auxiliares.

María José García, secretaria de Comunicación de Satse, define como "inestable y de mala calidad" la situación general del mercado laboral para los profesionales de la enfermería.

"Por ejemplo, una de cada cuatro enfermeras de la sanidad pública no tiene su plaza en propiedad, sino que es interina. Esto genera inseguridad, porque son trabajadoras que en el futuro pueden verse obligadas a cambiar de lugar de residencia y trabajo a pesar de haber estado muchos años trabajando como interinas. Y esto, no lo olvidemos, entre las que en teoría forman parte del grupo de privilegiadas, porque al menos tienen trabajo fijo", añade García.

Satse considera que la oferta pública de empleo (OPE), que en estos momentos está en marcha y debería consolidar la plaza de cerca de 10.000 enfermeras en toda España, funciona "con demasiada lentitud; las plazas se convocan, pero el proceso se prolonga durante años porque las administraciones las retrasan una y otra vez".

La falta de desarrollo profesional, que diseñe una carrera que dé incentivos a estos profesionales, es "otro problema extendido en toda España". "Estamos en 2004 y sólo Cataluña tiene aprobado un plan de carrera para sus profesionales", critica García.

Faltan matronas en toda España

Una de las funciones que más tiempo y esfuerzos absorbe a los directores de enfermería de los hospitales públicos es la de cubrir las necesidades de matronas de sus maternidades. Un buen ejemplo ha sido el recién inaugurado hospital de Fuenlabrada, en la Comunidad de Madrid. Pese a lo atractivo que resulta entrar a trabajar en un nuevo hospital, equipado con los últimos medios técnicos, Fuenlabrada ha tardado seis meses en encontrar las 16 matronas que necesita para poner en funcionamiento su maternidad. Y para hacerlo ha tenido que ir a buscarlas directamente a la Escuela de Enfermería del hospital de La Paz, la única de esta comunidad autónoma.

"Faltan matronas en toda España. Cada curso, las alumnas reciben varias ofertas de hospitales públicos y centros privados cuando aún faltan meses para que terminen su formación. Para nosotros, es un reto constante mantener la agenda al día para cubrir nuestras necesidades", admiten los responsables de dos grandes hospitales madrileños.

La de matrona es una de las dos especialidades de la enfermería reconocidas en España. La otra, de reciente creación, es la de salud mental.

El hecho de que las 7.000 matronas en activo en España sean insuficientes y el escaso número de nuevas diplomadas cada año (229 en 2002 y 297 en 2003) han llevado a los responsables sanitarios a pensar en aumentar las plazas en los centros de formación. En Madrid, por ejemplo, la maternidad del hospital Gregorio Marañón ya ha iniciado los trámites para poder formar en dos años a matronas especialistas.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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