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VIAJE DE CERCANÍAS
Columna
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Ahorre sol

Identifique en la piel de su cuerpo aquellas manchas, lunares, pecas o verrugas que le parezcan sospechosas. Ni siquiera ignore ese lunar tan lindo que tiene junto a la boca porque el corrido mejicano le puede costar la vida. Va en serio.

El 14 de junio, día en el que se celebra la 5ª Jornada de Diagnóstico Precoz del Melanoma, no habrá listas de espera para ninguna piel que precise ser inspeccionada por un especialista: 335 dermatólogos de toda España estarán a disposición del público si con anterioridad ha telefoneado usted al 902 194 510. De acuerdo con el domicilio (ciudad y barrio) de cada solicitante, se asignará el médico correspondiente.

Sólo en Valencia cerca de medio centenar de dermatólogos participarán en lo que podríamos denominar el festival de la piel cuyo objeto es diagnosticar posibles y nada deseables melanomas.

Como señala el doctor Guillén, la bíblica hoja de parra cubría el cuerpo humano no solo de sus vergüenzas sino también de la insolación. Cayó la hoja y subió la estadística del cáncer

Sin ánimo de alarmar a nadie, pero sin eufemismos engañosos, digamos que un melanoma es un tumor maligno (canceroso) que de no extirparse en su momento puede producir, según sea su estado de desarrollo, una terrible metástasis. En otras palabras: debajo de la peca, el lunar o la mancha que en ocasiones pica pero no llega a alarmarnos, puede esconderse una auténtica bomba de relojería capaz de arruinar nuestra vida.

Vale la pena, pues, tomarse la molestia por ambas partes: por el lado de los médicos ya que están lógicamente alarmados ante el incremento espectacular de melanomas registrados en los últimos años. Repiten que este es un asunto a tomar muy en serio. Y por parte de los ciudadanos todavía más, ya que la prevención y tratamiento de esta variedad de cáncer no solo está al alcance de la mano sino también del sentido común.

Dependerá de distintos factores, entre ellos genéticos o inmunológicos, que el tumor se desarrolle. Lo que es seguro es que cuando se detecta demasiado tarde, el mal puede haber producido ya un descalabro considerable en nuestro organismo. En cambio, si se diagnostica y trata a tiempo, la curación es completa.

Carlos Guillén, de 52 años, es presidente de la Academia Valenciana de Dermatología y Jefe del Servicio de Dermatología del IVO (Instituto Valenciano de Oncología), pero además se declara absoluto anti-fán de la mítica y venerada Coco Chanel. Esta mujer revolucionó la moda y el mundo de los perfumes, desterró el opresivo corsé de la ropa interior, abogó por la depilación femenina y rindió todos los honores a las modelos con pieles bronceadas ya que la piel lechosa era algo del pasado. Pero no tuvo en cuenta los efectos catastróficos de tal revolución.

Como señala el doctor Guillén, la bíblica hoja de parra cubría el cuerpo humano no solo de sus vergüenzas sino también de la insolación. Cayó la hoja y subió la estadística del cáncer. En playas y piscinas, hombres, mujeres y niños se exponen en cueros vivos al todocanceroso astro sin pensar que el tueste sistemático, acelerado encima con aceites y otros ungüentos, es un premio seguro en la rifa del asesino en serie mas mortífero de nuestro tiempo.

También las réplicas artificiales del sol, las máquinas bronceadoras de rayos UVA, son responsables de la multiplicación de casos de cáncer. Pero la industria sortea en zigzag lo que con el tiempo será una prohibición, y no solo una advertencia, similar a la de otros cancerígenos.

Los nórdicos de ojos y piel claros que vienen a broncearse a España regresan a sus países llevándose aun sin sospecharlo, un rico melanoma ibérico, como si dijéramos de auténtica pata negra.

El doctor Guillén proclama una verdad sin duda impopular: ahorre sol y se alegrará de vivir mas años aunque sea a la sombra. Ya vendrán otras Cocos Chanel a cambiar la moda de la noche a la mañana. Cuestión de tiempo.

La estadística revela que uno de cada tres cánceres es de piel. Y un 90 por ciento de los cánceres de piel se da, precisamente, en las zonas corporales expuestas al sol.

"Tengo una boda la semana próxima ¿puedo ir a la máquina de rayos UVA para broncearme rápido?", le preguntan a Carlos Guillén, quien mueve la cabeza pensando que muy pronto algún paciente de melanoma que lo contrajo en esas máquinas se querellará contra los fabricantes de esos aparatos. Algo así como lo que ocurre con los fumadores enfermos de cáncer cuando demandan a las tabaqueras.

Australia era uno de los países con mas casos de melanoma del mundo por habitante. Las autoridades hicieron diabluras para que la población dejara de ponerse en cueros a tomar el sol cuando mas pega. Una serie televisiva de gran éxito estuvo protagonizada por un deportista muy popular, guapo y bronceado (con melanoma, por supuesto) y los descalabros de su enfermedad -la historia era real- conmocionaron al público. El gobierno regala gorras a los escolares, incluso se las ponen los canguros, y las campañas publicitarias contra el melanoma son tan agresivas, o más, que las de tráfico. ¿A qué esperamos aquí?, se pregunta el doctor Guillén.

No solo este dermatólogo sino otros muchos especialistas se consideran ellos mismos policías de la piel. Cuando ven a alguien, en cualquier sitio, con una mancha sospechosa en la espalda, las piernas o el cuello, no se callan. "Usted perdone, soy dermatólogo", le dicen al interesado, "y si me lo permite creo que eso que tiene ahí convendría que se lo viera un especialista". La gente no se ofende, ni mucho menos, asegura el doctor Guillén. Y añade: "¿Dejaríamos escapar a un delincuente? ¿Acaso no detendríamos a un terrorista si lo vemos con la bomba en la mano?".

No es tan difícil lo que debemos hacer: evitar la exposición al sol de las 12 a las 16 horas; utilizar siempre protección (cremas con filtro solar) y, sobre todo, ponernos ropa en las zonas mas sensibles. Tres o mas quemaduras solares, con ampollas, sufridas antes de los 20 años, generan la aparición de un posible melanoma, o mas de uno, a lo largo de la vida adulta. Tampoco hay que ignorar los antecedentes familiares o el hecho de tener una piel blanca con abundantes pecas. Entonces, diga lo que diga Coco Chanel a la parroquia, lo mejor es la sombra.

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