El informe de Amnistía
El jueves 27 de mayo nos quedamos epatados al observar el cuadro que abría la sección de Internacional en el que se hacía referencia a las violaciones de derechos humanos, según Amnistía Internacional.
A pesar de lo sesgado del titular (EE UU sacrifica los derechos humanos), eso no nos pareció mal, porque todos sabemos que es cierto, pero lo que sí nos pareció surrealista fue la valoración que hace Amnistía Internacional de lo que son derechos humanos. O al menos lo que aparecía en el cuadro.
Según la información, España es un país en el que debería dar miedo vivir porque tiene una situación similar a Liberia, Angola, Colombia o Israel. Lo cierto es que eso parece exagerado a ojos vistas, teniendo en cuenta que entre los países mejor valorados están Argentina o Cuba. Pudiera ser que para Amnistía Internacional la libertad de opinión, las garantías de un Estado de derecho y los servicios sociales no tuvieran nada que ver con los derechos humanos, pero no creo que debiera ser así para un periódico que muchos consideran una fuente fiable de información.- Jaime Fernández Garrido, Jorge Abaurrea Velarde, Alberto Martín Gil y Jesús de Miguel de la Fuente.
Hace bien Amnistía Internacional en cargar las tintas sobre los Estados Unidos, el gran Lucifer del siglo XXI. Éstos son, realmente, los que se llevan la palma en notoriedad de abusos internacionales, dado que no sólo hacen lo que hacen, sino que, además, mucho no se esconden.
Tras la pena de muerte (China, EE UU, Irán y Vietnam) y otras variedades de crímenes de Estado que conllevan privación de la vida, no se me ocurre nada tan repugnante como la tortura.
Me ha sorprendido agradablemente este año la equidistancia de AI entre Israel y la Autoridad Palestina, y que continúe señalando la gravedad de conflictos como los de Colombia, la República Democrática del Congo, Sudán y Nepal, insistiendo en que el terrorismo internacional no debe oscurecer lo que allí ocurre.
Sin embargo, este año ha vuelto a ocurrir lo de siempre: vuelven a hablar de España. Nuestro hecho diferencial respecto al resto de la vieja Europa es que aquí habitan unos asesinos mafiosos que disfrazan de política e ideales su odio y medio de vida. Y Amnistía -haciendo honor a su nombre- perdona a los terroristas; los amnistía. Considera o da por hecha la tortura por el hecho de aumentar a 13 días la incomunicación de los detenidos cuando hay sospecha de terrorismo. Y pide cámaras para vigilar que no se torture a los detenidos. Ya no hay presunción de inocencia para la Guardia Civil; sólo para ETA.
¿Cuándo pedirá AI un seguimiento con cámaras a todos y cada uno de los apologistas de ETA? Sólo por si acaso.
Y, a riesgo de sonar a tópico, una vez más: ¿cuándo pedirá AI algo a Fidel Castro? La respuesta está en las mazmorras de Raúl Rivero, Manuel Vázquez Portal y otros 70 disidentes.
El sonrojo que me produce pertenecer a la misma especie que unos individuos capaces de silenciar tan gruesas vigas y amplificar inciertas sospechas es sólo equivalente a la sospecha que recae sobre el informe que éstos presentan anualmente. Me gusta que exista un Pepito Grillo, pero no que sólo se meta con las hormigas.- Javier Álvarez Dávila. Madrid.
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