Borradores imperfectos

La posibilidad de presentar la declaración de la renta con sólo una firma o un mensaje de móvil ha suscitado el recelo de algunos colectivos. El borrador de declaración que Hacienda envía al contribuyente, la principal novedad de la actual campaña de renta, se ha convertido en un foco de críticas con el argumento de que contiene errores. Las deducciones por vivienda, las cuentas bancarias con varios titulares o los criterios para elegir entre declaración individual o conjunta figuran entre los principales problemas detectados. Ante las críticas, Hacienda aclara: el borrador no es una declaración cerrada, sino una comunicación de datos que el contribuyente debe confirmar o modificar.

"Las críticas pretenden asustar a la gente", denuncian los gestores administrativos

Tras el goteo de críticas en los últimos días, el Gabinete de Gestores Administrativos-Asesores Fiscales denunció ayer una voluntad de alarma por parte de los colectivos que se han lanzado a descalificar el borrador. "Entendemos que se está haciendo con la intención de asustar a la gente", señala Arturo Jiménez, coordinador general de ese colectivo. Máxime cuando algunas críticas provienen de asesores fiscales para quienes el borrador, que se ha enviado a cuatro millones de contribuyentes, amenaza su negocio, pues pierden clientes a los que efectuar la declaración.

Jiménez asegura tener constancia de que algunos contribuyentes se están dirigiendo con su borrador a las asesorías para recibir orientación, un trámite que podrían realizar en la Agencia Tributaria. "Se habla de errores en los borradores y no son tales", precisa Jiménez.

La Agencia Tributaria abunda en esta idea. El borrador se realiza con la información de que dispone Hacienda, pero hay datos a los que no tiene acceso. Por ese motivo, el contribuyente debe mostrar su conformidad para aceptarlo. La Agencia niega que los errores sean un fenómeno extendido y aporta sus propios datos: de los borradores confirmados hasta el momento (más de 720.000), uno de cada diez ha sido modificado. No obstante, para el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), este balance puede estar sesgado, ya que normalmente son los contribuyentes que no necesitan modificar el borrador los primeros en responder.

Para el REAF, "pretender que el borrador se adapte al 100% a la situación del contribuyente es difícil", según su gerente, Luis del Amo, pues Hacienda se nutre de unos datos que no siempre son precisos. Así ocurre, por ejemplo, con la base de datos del catastro, que en ocasiones lleva a la Agencia Tributaria a imputar un inmueble sólo a un propietario, cuando pertenece a varios. Otro error que ha detectado este colectivo es considerar que un préstamo hipotecario siempre puede beneficiarse de la deducción por vivienda, una posibilidad que sólo existe en caso de que el contribuyente lo emplee en la compra de su residencia habitual, no en el resto. Con respecto a las cuentas bancarias, la costumbre de incluir a varios titulares o personas autorizadas en una cuenta que en realidad sólo gestiona una persona conduce a que los rendimientos de ésta se repartan entre todos los titulares.

También los autónomos se han sumado al debate sobre los errores del borrador. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de UGT ha criticado que a los perceptores de rendimientos del trabajo personal que cotizan como autónomos no se les considera como gasto deducible lo que abonan a la Seguridad Social. "Ante este hecho, nosotros nos ofrecemos a revisar los borradores", asegura Sebastián Reyna, secretario general de esta asociación. Para Luis del Amo, este problema afecta a una mínima parte de los autónomos, pues este colectivo, en general, no forma parte de los beneficiarios del borrador. Sólo se encuentran en ese caso los administradores de sociedades (cotizan como autónomos a la Seguridad Social, pero reciben rendimientos del trabajo).

Lo que sí advierten todos los expertos es que el contribuyente debe revisar cuidadosamente todos los datos del borrador antes de confirmarlo, pues la responsabilidad última del contenido es suya, aunque lo haya elaborado la Agencia Tributaria. "Ése es el único punto un poco oscuro", apunta Arturo Jiménez. "Si el error no es imputable al contribuyente, no se le sanciona", añade la Agencia Tributaria, aunque sin aclarar si un error confirmado en el borrador es atribuible al contribuyente o a la Administración.