La juez acepta la suspensión de pagos de Terra Mítica

La titular del juzgado de primera instancia número 5 de Benidorm ha aceptado la solicitud de suspensión de pagos formulada por Terra Mítica Parque Temático de Benidorm la semana pasada. La empresa, que declaró un pasivo de 218 millones de euros, afronta reclamaciones de 400 acreedores. El impago del último vencimiento de un crédito sindicado concedido a Terra Mítica en 1999 precipitó la petición de suspensión de pagos.

Vicente Andreu Fajardo, José Antonio Moya y un representante del Banco Cooperativo son los tres interventores designados por la juez para controlar todos los movimientos de capital de Terra Mítica. El Banco Cooperativo agrupa a todas las cajas rurales, que en conjunto son las primeras acreedoras de Terra Mítica, sin ser accionistas.

Los interventores deben analizar las últimas operaciones de Terra Mítica, elaborar un balance provisional de la situación de la empresa y decidir si comparten, o no, las razones que aconsejaron a la empresa solicitar la suspensión de pagos.

Un posterior balance definitivo de la situación patrimonial y financiera de Terra Mítica elaborado por los interventores servirá de base a la juez para declarar la insolvencia transitoria o definitiva de la empresa.

El volumen del pasivo que arrastra Terra Mítica en relación a los activos del complejo de ocio apunta a una futura declaración de insolvencia definitiva. A partir de ese instante, Terra Mítica dispondrá de un plazo determinado para lograr que un avalista ajeno al parque se ofrezca a cubrir el desfase del balance. Si lo logra, el complejo de ocio funcionará normalmente. Si no lo logra, la juez declarará la quiebra del parque.

La información presentada al juzgado revela que Terra Mítica acumula reclamaciones de 400 acreedores. Sólo un acuerdo entre una mayoría de los acreedores para recuperar sus fondos permitiría levantar la suspensión de pagos. El acuerdo quedaría abierto al resto de acreedores, que siempre contarían con la posibilidad de sumarse.

La demanda formulada contra Terra Mítica a finales de abril por Caja Cantabria y Vital Kutxa, dos de las entidades implicadas en el crédito sindicado concedido a la empresa en 1999 para afrontar el desfase en las inversiones previstas para la construcción del complejo de ocio, precipitó la solicitud de suspensión de pagos. Antonio Martín, director de Caja Ávila, expresó ayer el temor que embarga a las entidades menores implicadas en el crédito sindicado cuando admitió que la entidad "puede perder" 900.000 euros.

La mayoría de las entidades implicadas en el crédito sindicado habían acordado ejercer el derecho a constituir la hipoteca sobre los bienes de Terra Mítica, según lo previsto en el contrato del préstamo. Una maniobra que habría requerido respaldo judicial y podría haber paralizado la suspensión de pagos.