Las alertas contra el tabaco no son efectivas entre adolescentes

Los mensajes que hace un año se incorporaron en las cajetillas de tabaco, las denominadas popularmente esquelas, no han tenido el efecto que se perseguía: la mayoría de los médicos expertos en tabaquismo que han participado en un sondeo consideran que no sirven para dejar el hábito, y lo que es más preocupante, creen que las campañas agresivas pueden más bien incitar al consumo entre los adolescentes.

La encuesta sólo tiene siete preguntas a las que han contestado un centenar de médicos que integran grupos de trabajo sobre tabaquismo en la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc). Un 52,3% de estos expertos dice que los mensajes de las cajetillas no favorecen el abandono del tabaco; un 38,6% opina que sí y el 9,1% no sabe.

El problema se agrava cuando el colectivo que lee esas esquelas es el de los adolescentes, "a los que es difícil convencer con campañas de prevención porque la salud les sobra", según comentaron ayer responsables de la Semfyc. Para los más jóvenes estas advertencias sólo consiguen ponerles ante un reto, incitarles a "vulnerar la norma", agregaron.

El 41% de los médicos encuestados piensa que el efecto de esas medidas puede ser adverso entre los adolescentes y un 32% opina lo mismo si se les pregunta sobre la incidencia entre los jóvenes. El resultado no será adverso, sin embargo, entre los adultos, sean mujeres u hombres.

Asensio López Santiago, vicepresidente de la Semfyc, explicó que para prevenir el consumo entre los jóvenes -el 90% de los fumadores se inicia antes de los 18 años-, es más eficaz dirigirse al colectivo que uno a uno, aunque admitió que quizá se les ha tratado de una forma un tanto paternalista hasta ahora cuando iban al médico de cabecera.

Los expertos también manifestaron su opinión en la encuesta sobre los espacios sin humo: el 70% es partidario de que se intensifiquen esas medidas porque opinan (90%) que en España hay excesiva tolerancia hacia el tabaquismo, algo que no ayuda en nada a los que quieren dejar de fumar. Las medidas para limitar la publicidad y la comercialización del tabaco son insuficientes. Así lo opina el 95% de estos médicos. "Si alguien no fuma, entra a un bar y no pasa nada, pero si se está dejando de fumar, lo primero que se ve es la máquina de tabaco y la publicidad en los acontecimientos deportivos", explicó ayer el presidente de la Semfyc, Luis Aguilera.

Los expertos detectan que es más fácil convencer a las personas de nivel socioeconómico medio y alto para que dejen de fumar y también que los hombres y mujeres mayores de 55 años se animan más a dejar el cigarrillo que los jóvenes, adolescentes y personas de nivel socioeconómico medio o bajo. Entre los adultos, es más fácil convencer a los hombres (así lo opina el 56,8%) que a las mujeres (36,4%).

Estos días se celebra la 5ª edición de la semana sin humo en la que se han implicado 10.000 médicos de familia y enfermeras y 2.000 centros de salud. Se trata de que pregunten a sus pacientes si fuman y de que colaboren con ellos para que abandonen el hábito, entre otras medidas. El 70% de los fumadores quiere dejarlo y a veces un consejo del médico de cabecera surte efecto. "Entre el 3% y el 10% lo deja cuando se lo recomienda el médico de familia", concretó Francisco Camarelles, coordinador del Grupo de Abordaje al Tabaquismo. En España fuman 14 millones de personas.