La OCU advierte de las deficiencias de calidad de las viviendas nuevas

Placas de mármol picadas, paredes torcidas, pintura en mal estado... El comprador de una vivienda nueva se puede encontrar con todos estos defectos cuando la estrena, a pesar de que haya tenido que pagar un precio desorbitado por ella. Así lo pone de manifiesto un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre una muestra de 82 viviendas en Madrid, Barcelona y Valencia. Más de la mitad de los pisos no se entregaron en el plazo fijado en el contrato y todos tenían defectos de acabado, aunque sin afectar gravemente a la habitabilidad.

"El alto precio de la vivienda no se justifica en virtud de los acabados", afirmó ayer la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu. La vivienda fue el motivo principal de queja de los usuarios en 2003: una de cada cinco reclamaciones recibidas en la OCU versaba sobre esta materia, hasta 29.958 casos relacionadas con los bienes inmuebles.

El boom inmobiliario -los precios se han más que duplicado en los últimos cinco años- sigue tirando del crédito hipotecario. Éste registró un nuevo récord en marzo, cuando se situó en 494.091 millones de euros tras crecer el 24,7% respecto al mismo mes de 2003, la tasa más alta desde 1996, según la Asociación Hipotecaria Española.