El crudo vuelve a superar los 38 dólares ante la división en el seno de la OPEP
Las discrepancias en el cartel inquietan a las bolsas, que reducen ganancias al cierre
Los precios del petróleo se dispararon ayer hasta superar los 38 dólares en Londres y rozar los 42 en Nueva York ante el escepticismo de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realmente pueda o quiera aumentar su producción para frenar el alza. Arabia Saudí prometió al G 7, y en especial a EE UU, que extraerá más crudo y que el resto de la OPEP la secundaría. Pero ayer varios miembros de la OPEP no apoyaron la propuesta saudí. Las bolsas se movieron al compás que marcaba el petróleo y tras apuntar fuertes ganancias durante la mañana, terminaron con ligeras subidas.
El mercado petrolero arrancó la jornada de ayer con cierto optimismo para los consumidores. Arabia Saudí había prometido durante el fin de semana que aumentaría su producción para frenar la escalada de los precios y que instaría al resto de los nueve miembros de la OPEP a secundarle. Los inversores recogieron la promesa de los saudíes, los pesos pesados del cartel, con euforia; pero resultó que Arabia no recibió el apoyo que presumía por parte del resto de los países de la organización ni que alguno de ellos incluso podía llegar a estar ofendido por la decisión unilateral.
Resultado: el precio cambió de la tendencia con la que había despertado -rebaja de 0,50 dólares respecto al viernes- y se disparó hasta superar los 38 dólares en el mercado de Londres (de referencia para Europa). Mientras, en el mercado de Nueva York el barril West Texas rozó los 42 dólares tras haber finalizado la semana pasada en 39,90.
La preocupación se extendió de inmediato en los mercados bursátiles, que comenzaron la sesión con fuertes alzas. Pero, por la tarde perdieron bastante de lo que había llegado a ganar en la jornada. El Ibex 35, que llegó a ganar un 1,6%, cerró con un avance del 0,99%. Wall Street retrocedía el 0,50% a media sesión, aunque al cierre la pérdida se limitó al 0,08%.
El mercado sabe que Arabia Saudí es muy potente y que puede elevar fácilmente su producción, de hecho es el único, tal vez junto a Kuwait o Emiratos Árabes Unidos, que puede abrir o cerrar la espita con cierta facilidad. El viernes, en el marco de la cumbre energética celebrada en Amsterdam y que terminó ayer, Arabia Saudí propuso incrementar entre 2 y 2,5 millones de barriles diarios la producción de la OPEP. Los propios saudíes elevarían su extracción de su actual nivel de 8,3 millones de barriles diarios a 9,1 millones para finales de junio y el resto de los miembros (nueve excluyendo a Irak) aportaría el resto del crudo. Para más adelante, Arabia se comprometía a alcanzar una producción de 10,5 millones. Estas cifras fueron las que el ministro saudí del Petróleo, Alí al Naimi, prometió al secretario de Energía estadounidense, Spencer Abraham, y al resto de los representantes de países industrializados que asistieron al foro en Holanda.
La "excesiva" disposición de Arabia Saudí para asegurar más producción molestó a más de un ministro del cartel, sobre todo después de que entre ellos acordaran no tomar ninguna decisión ni decir nada hasta la reunión que la OPEP celebrará en Beirut el próximo 3 de junio.El ministro libio del Petróleo, Fetchi Bin Chetwane fue el que más directamente manifestó su oposición: la propuesta saudí "es un error". Y añadió: "Arabia Saudí no puede tomar esa decisión por sí sola".
Fuentes de la OPEP confirmaron ayer que desde productores como Irán, Argelia, Qatar y Venezuela hay una fuerte oposición a la propuesta saudí. Fuentes argelinas, sugieren que los planes de Riad sólo contribuirán a legitimar el exceso que sale ya al mercado, pero no a frenar la escalada de los precios. Fuentes argelinas, además, señalaron que la especulación en los mercados de Occidente es una gran responsable de la subida de los precios.
Casualmente, el ministro de Energía británico, Stephen Timms, declaró ayer que tanto los países productores como consumidores deben hacer un esfuerzo para dotar de mayor transparencia al mercado petrolero para evitar la incertidumbre. La OPEP siempre ha sostenido que los movimientos especulativos en los mercados de Londres y Nueva York elevan entre dos y tres dólares el precio del crudo.
Al Naimi, a pesar de todos los indicios y declaraciones, insistió en que su propuesta contaba "con el apoyo y la colaboración de todos los productores y consumidores, ya que la estabilidad de los precios era una preocupación de todos". El ministro saudí negó cualquier enfrentamiento o malestar en el seno de la OPEP. Lo cierto es que nadie le cree, por lo que habrá que esperar al 3 de junio para saber si Arabia Saudí aún puede salirse con la suya en la OPEP.
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