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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Correo en Bétera

"Correos atraviesa montañas", reza una reciente, y por cierto muy costosa, publicidad de Correos en televisión. Si, pero no llega a Bétera. A 15 kms de Valencia capital. Mejor dicho: llegaba. Hasta hace escasamente un mes, llegaba. Una vez o dos por semana, pero llegaba. Vivo "fuera del casco urbano, en una zona no urbanizada" pero llegaba. Ahora, el cartero ha cambiado de destino y hay uno nuevo. Ahora el correo no llega. Lo ha decidido un (también nuevo) "jefe de reparto" que se llama Juan. Dice que, "como él ni siquiera es de Bétera", pues no sabe dónde está mi casa. Dice que si me he enterado de que Correos ha cambiado. Que "los carteros ya no van en burro repartiendo el correo casa por casa". Se supone que ahora van en moto o en coche. Y ¿ya no reparten casa por casa? Le pido que, por lo menos, me entregue nuestro correo (va más de un mes sin reparto), ahí mismo. Dice que no. Que nuestro correo lo lleva el cartero, pero que como no sabe dónde está mi casa, ¿Cómo nos lo va a traer? Pongo reclamación. Dice que bueno, que como no sabe dónde está mi casa pues que para qué, si no me va a llegar la contestación. Pese a todo pongo reclamación. Llama a casa por teléfono. Dice que tengo que ir a la oficina a recoger la respuesta, que él no piensa traérmela. Mi mujer se enfada. Pone otra reclamación. Pero a mí tanta reclamación, la verdad me empieza a aburrir. ¡Yo sólo quiero tener acceso a mis cartas! Por favor, a ver si hay por ahí alguien dispuesto a poner fin a esta pesadilla. Alguien que se apiade de este pobre cartero dando vueltas en su moto cargado con kilos de correspondencia, incapaz de dar con mi casa. Alguien que le compre un mapa. O le facilite mi teléfono, que yo le explico como se llega. Y de paso le dé orden al "jefe de reparto que se llama Juan" de no darme respuestas como las que me ha dado, y deje de una vez de secuestrar el correo ajeno. Que esto, ¡si que tiene delito!-

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