La petición de indulto de dos agresores divide a El Ejido

Secuestraron y apalearon a tres inmigrantes marroquíes y fueron condenados por ello. Ahora el Ayuntamiento de El Ejido (Almería) pide su indulto. Francisco Palenzuela y Juan Antonio Fernández, dos empresarios del pueblo, decidieron tomarse la justicia por su mano y, en vez de denunciar el robo sufrido en uno de sus negocios, metieron por la fuerza a los tres marroquíes en una furgoneta. Tras amenazarlos por no devolverles lo sustraído, los molieron a golpes con un bate de béisbol y un palo de madera. El Tribunal Supremo ratificó en abril la sentencia que condenaba a cada uno a seis años y medio de cárcel por dos delitos de lesiones y tres de detención ilegal.

El alcalde, Juan Enciso (PP), y su grupo, piden su perdón, según dicen, respondiendo al mandato que les encomienda el pueblo: 56.000 ciudadanos apoyaron ese indulto en una campaña de recogida de firmas.

Días después de que la sentencia fuera firme, los negocios y bares de El Ejido aparecieron repletos de folletos en los que se solicitaba la rúbrica en favor del indulto. "Vinieron unas personas y dejaron las hojas encima del mostrador", explicó ayer la dependienta del quiosco Miriam, situado cerca del negocio de uno de los agresores. "No sé si la gente sabía lo que firmaba, pero es cierto que muchos clientes lo hicieron", añadió.

Los que compraron allí sus periódicos y de paso apoyaron el indulto certificaron que conocían la sentencia contra Palenzuela y Fernández, por la que fueron condenados "a la pena total de QUINCE AÑOS y dos meses de multa cada uno de ellos por dos delitos de lesiones, una falta de lesiones y tres delitos de detención ilegal". "Los abajo firmantes", decía el encabezamiento, "APOYAMOS CON NUESTRAS FIRMAS LA SOLICITUD DE CONCESIÓN DEL INDULTO TOTAL, a favor de los condenados y solicitamos que la petición sea apoyada por el Ayuntamiento de El Ejido".

Esas hojas se acompañaban de otras dos en las que se recogían cronológicamente los antecedentes penales de las víctimas de la agresión. Sobre ellos, las fotos de los tres marroquíes junto a un texto que decía: "Dos empresarios han sido condenados a 15 años de cárcel por unas faltas de lesiones contra estos magrebíes. ¿Magrebíes marginados o delincuentes? ¿Esto es racismo?". El documento concluía con un imperativo. "Firma la petición de indulto", decía.

"Las personas que lo sostuvieron pensaron que los condenados sólo habían hecho justicia", protesta Francisco Majuelos, portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Majuelos denuncia que esos informes "sólo servían para criminalizar a las víctimas y a los inmigrantes en general".

Francisco Villegas, empleado de una fábrica de cajas, asegura que cayó en el engaño. "15 años de cárcel me parecía muchísimo por pegar a dos ladrones", afirma este ejidense, que firmó cuando esas listas aparecieron en su trabajo. "Hay personas que matan a otras y pasan menos tiempo en prisión", opina el trabajador, que se arrepintió cuando conoció en detalle los delitos de los agresores, que no fueron condenados a 15 años como decía el panfleto sino a seis y medio cada uno.

Los ediles socialistas, que también apoyaron el indulto, dicen que fue Enciso quien promovió la campaña. La emisora Radio Ejido, dependiente del Ayuntamiento, sostuvo abiertamente la recogida de firmas dejando sus micrófonos a los condenados y sus familiares, que pidieron a la audiencia su rúbrica.

"¿Es que es ilegal?"

El ex portavoz del PSOE Gracián Aguilera, que presentó su renuncia el pasado jueves tras asumir su error político, reprochó en conferencia de prensa la actitud de ese medio. Su director, José Pérez, que rechazó hablar con EL PAÍS, reaccionó ante sus compañeros preguntando al ex concejal: "¿Es que es ilegal?"

"En realidad, los que firmaron no sabían lo que apoyaban", explica Estefanía Acién, una vecina de El Ejido. que asegura que vio los folios en comercios de Almería capital y en la Facultad de Económicas. Acién fue testigo de la presión a la que se sometió a un inmigrante senegalés en una de las gasolineras del municipio. "No pararon hasta que firmó. Le insistieron diciéndole que todo era una injusticia y que los moros eran unos ladrones. Hasta le pusieron el bolígrafo en la mano", recuerda esta vecina de El Ejido que se negó a firmar. Tampoco firmó Celia Cortés, que se encontró con los folios en el laboratorio en el que trabaja. Sí lo hizo un compañero que no vive en El Ejido. "Lo firmó sin haberlo leído. Cuando se dio cuenta de lo que había apoyado se arrepintió", asegura.

"Es imposible que esas 56.000 personas fueran de aquí", explica Gracián Aguilera. "El municipio tiene 63.000 habitantes, 11.000 de los cuales son inmigrantes", asegura. "Si, como dice el alcalde todos fueran de El Ejido, habrían firmado hasta los niños de teta". El Ayuntamiento no ha hecho públicas las listas por lo que no se puede comprobar la procedencia de los firmantes.