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Reportaje:PARA NIÑOS

El peso del arcabuz

Visita a los fuertes cercanos a Ciudad Rodrigo

Es obligatorio tocar. Ésta podría ser la máxima que hace justicia a este centro de interpretación de la Ruta de las Fortificaciones de Frontera, ubicado en el casco histórico de Ciudad Rodrigo (Salamanca). La visita comienza en el cuerpo de guardia de la puerta del Conde, donde la guía, Laura Sierra, y la armadura de un caballero medieval dan la bienvenida a los visitantes. A pesar de la apariencia de museo tradicional, la sorpresa no se hace esperar cuando, en lugar de reprimir alguna mano traviesa que se desliza hasta los objetos de la muestra, se invita a cogerlos y comprobar su funcionamiento y utilidad. Es una oportunidad casi única de comprobar el peso de un arcabuz, tensar un arco o manipular un mosquete. "Mamá, se parece a la espada de Leomón, de los Digimón", se oye decir a un niño que enarbola una imponente espada de los tercios de Flandes (adiós a Ivanhoe y Robin Hood). Todo está permitido en este sitio, donde se aprende a jugar con el tiempo.

La sala está dividida en varios ambientes que recogen de forma muy participativa la historia de las fortificaciones de este territorio fronterizo entre España y Portugal, en eterno litigio a lo largo del tiempo. Desde los castros vetones hasta los castillos y fuertes del siglo XVIII, todo está representado y explicado en maquetas interactivas, reproducciones de armamentos y de objetos arqueológicos, y juegos de ordenador en los que los más aventureros pueden aprender el sistema defensivo de un castillo, colocar sus propias murallas y comprender la evolución del arte militar. El punto culminante de la visita son los disfraces. Hay para todos los gustos: sombreros cortesanos, uniformes de la soldadesca, armaduras, trajes del periodo napoleónico...

La exposición continúa en el exterior, por las murallas medievales de la villa, en el paseo de las Guarniciones, donde se recrean episodios bélicos de distintas épocas con sonidos de batalla y figuras de acero con el equipamiento militar típico; el plato fuerte lo constituyen una catapulta y un cañón. El recorrido conduce al cuerpo de guardia de San Pelayo, en el que se proyecta un audiovisual sobre la historia de la comarca.

La Ruta de las Fortificaciones de Frontera continúa hacia Aldea del Obispo, ejemplo de la mejor arquitectura militar con el Real Fuerte de la Concepción, del siglo XVIII; San Felices de los Gallegos representa los castillos y recintos amurallados de mediados de la Edad Media, y como final de este recorrido cronológico a la inversa está el castro de Yecla de Yeltes, con construcciones defensivas de la prehistoria. En todos estos centros hay aulas históricas donde se explica la trascendencia del lugar. Existe una perfecta correspondencia de estos complejos defensivos en las localidades portuguesas del otro lado de la frontera, Ameida y Castelo Rodrigo.

Para los niños es una oportunidad de entrar en contacto con la historia y la arqueología de forma divertida; para los padres, un pretexto para recorrer Ciudad Rodrigo, con un conjunto histórico de gran relevancia.

- Ruta de las Fortificaciones. Información: 902 19 38 17, y www.fundacionpatrimoniocyl.es. Horarios: sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00. Entrada: 1,90 euros.

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Dos niños juegan subidos a un cañón en el paseo de las Guarniciones, en Ciudad Rodrigo (Salamanca).
Dos niños juegan subidos a un cañón en el paseo de las Guarniciones, en Ciudad Rodrigo (Salamanca).SILVIA CAUNEDO

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