La seguridad, con 23.600 funcionarios, costará 8 millones

Los miles de policías y guardias civiles a los que se les ha encargado que garanticen la seguridad de la boda real sin restarle ni un ápice de glamour ya están en primer tiempo de saludo. Los 3.168 policías movilizados desde varias provincias españolas y los 3.200 alumnos de policía que participarán en el dispositivo llegaron ayer a Madrid y han sido distribuidos por 39 hoteles de la capital y su periferia. El operativo de seguridad estará formado finalmente por 23.600 funcionarios, entre guardias civiles y reales, agentes y alumnos del Cuerpo Nacional de Policía y policías municipales. El coste estimado del servicio de seguridad rondará entre los seis y los ocho millones de euros.

La seguridad comienza en las fronteras. La policía y la Guardia Civil tienen destacados en las zonas fronterizas centenares de agentes encargados de los controles de pasaportes, reactivados desde el sábado. Las provincias limítrofes de Madrid se verán sometidos a controles, de los que se encargarán 1.500 guardias civiles. Otros 3.200 miembros del instituto armado velarán por la seguridad de los desplazamientos de las autoridades desde los aeropuertos hasta los hoteles, el palacio del Pardo y el palacio Real.

La zona de mayor intensidad en el control está bajo custodia de la policía, que ha movilizado a 14.500 personas. Cada uno de los agentes de este cuerpo que participen en el dispositivo cobrarán una dieta de 90 euros. Un total de 116 autobuses han sido contratados para asegurar sus desplazamientos.

200 francotiradores

El cierre policial total de la zona afectada comenzará en la noche del día 21. La policía le entregará a cada agente una bolsa isotérmica con comida y bebida (hay preparadas 14.000), pero durante todo el día "se repartirá abundante agua y comida". La Dirección General de la Policía explica en una nota distribuida a todas las unidades: "La comida, así como las necesidades fisiológicas de los funcionarios se realizarán en 10 carpas instaladas al efecto a lo largo de todo el recorrido, en las que también habrá agua, refrescos y alimentos". El plan incluye a todas las unidades: desde 200 francotiradores, hasta unidades de subsuelo (para revisar las alcantarillas), o guías caninos de explosivos. No obstante, el peso del control físico de masas en la calle recae sobre las Unidades de Intervención Policial (UIP).

En el aire habrá aparatos F-18, un AWACS de la OTAN de vigilancia electrónica y una miríada de helicópteros policiales para impedir cualquier intrusión aérea, incluida la de aparatos con paparazzi. Las fuerzas de seguridad han restado importancia al robo de ultraligeros en España y explican que se ha incluido este hecho en la evaluación de riesgos, como también se ha investigado el robo de dispositivos pirotécnicos de airbag de coches, porque son susceptibles de ser utilizados como detonadores.