Carretero defiende una ley electoral "parecida" a la actual, en contra del pacto tripartito

Los días plácidos no existen para el tripartito catalán. Superado, al menos por ahora, el escollo de los papeles de Salamanca, el consejero de Gobernación, el republicano Joan Carretero, abrió otra polémica en el tripartito al exigir que la nueva ley electoral catalana, en contra de lo que dispone el pacto tripartito, sea "parecida" al sistema actual, en el que los votos de Girona, Lleida y Tarragona son más rentables que los de Barcelona. El portavoz del Ejecutivo, Joaquim Nadal, desautorizó al consejero y dijo que sus comentarios son sólo "opiniones subjetivas".

Carretero lleva semanas insinuando que la ley electoral catalana, pendiente desde 1980, debe apostar por convertir a las futuras veguerías en circunscripción electoral. Pero ayer fue más allá y en una entrevista a Ràdio 4 llegó a afirmar que el sistema será "muy parecido" al actual. "El sistema proporcional que hay actualmente es el adecuado", afirmó. Carretero también dio prácticamente por descartado tanto la circunscripción única como el modelo alemán -la doble votación, una para un partido y otra para un candidato-, dos elementos que constan en el pacto tripartito.

La ley electoral es un asunto muy sensible para todos los partidos, pero muy particularmente para los socialistas, que se consideran maltratados por un sistema que el Estatuto consideraba sólo provisional: se estableció para las elecciones de 1980 y después siguió aplicándose mecánicamente sin el respaldo de ninguna ley. En 1999, la plataforma encabezada por Pasqual Maragall obtuvo 5.000 votos más que Convergència i Unió (CiU), pero los nacionalistas lograron seis escaños más en el Parlament. Algo parecido sucedió en 2003: el Partit dels Socialistes (PSC) superó a CiU en 7.000 votos, pero Maragall cuenta con cuatro escaños menos que Artur Mas.

Diferencias

Esta circunstancia se explica porque el actual sistema, que Carretero consideró ayer "adecuado", beneficia a las circunscripciones menos pobladas, donde el nacionalismo obtiene sus mejores resultados, y perjudica a Barcelona. En las últimas autonómicas, cada diputado por Barcelona exigió 47.000 votos. En Tarragona se necesitaron 28.000 votos; en Girona, 21.000, y en Lleida sólo 18.000.

El portavoz del Gobierno, el socialista Joaquim Nadal, subrayó ayer tras la reunión del Ejecutivo que los comentarios del consejero son únicamente "opiniones subjetivas" que no representan al Gobierno. Nadal recordó además que la nueva ley electoral no depende de Gobernación, sino que debe ser afrontada por el núcleo duro del tripartito y coordinada por el consejero de Relaciones Institucionales, el ecosocialista Joan Saura.

"La ley electoral no ha sido objeto de ninguna sesión del Gobierno", subrayó Nadal. Y añadió: "Hasta que no se redacte el anteproyecto de ley, todos nos situamos en opiniones y evaluaciones; todo el mundo es libre [de expresarlas]", zanjó.

Las posiciones de Carretero son distintas a las que al menos hasta ahora defendía Esquerra Republicana (ERC). Este partido propone un sistema cuyos principios generales coinciden con el del PSC y se inspira en el modelo alemán: cada elector debería votar en una urna la lista presentada por un partido determinado para toda Cataluña y en otra debería optar entre candidatos personalizados vinculados al territorio. El número total de escaños, no obstante, vendría determinado por la votación de ámbito nacional.

También CiU ha propuesto un sistema inspirado en el modelo alemán con doble votación, aunque en este caso sobrerrepresentando las comarcas menos pobladas.

Acuerdo de gobierno

El portavoz del PSC, Miquel Iceta, divulgó un comunicado en el que reproduce íntegramente el apartado del pacto tripartito referente a la ley electoral, que prefigura un sistema electoral muy distinto al actual. El texto no cita expresamente el modelo alemán, pero asume todos los principios propugnados por los socialistas y en buena parte por ERC.

Los criterios del pacto subrayan que la ley electoral "deberá respetar los principios de igualdad de voto de todos los electores", y fija de forma muy concreta el sistema de reparto de escaños entre los partidos: "La distribución de los escaños parlamentarios se hará entre las formaciones políticas que presenten una lista de ámbito nacional, mediante la aplicación de la fórmula proporcional del mayor cociente y siguiendo la regla de Hondt". Además, se especifica la existencia de una doble votación -el modelo alemán- para "respetar la representación de todas las zonas del territorio".

La ley electoral no fue la única polémica de ayer en el tripartito. El diputado de Esquerra Republicana Xavier Vendrell divulgó un comunicado en el que muestra su "oposición frontal" al proyecto anunciado por Pasqual Maragall de conectar por cable eléctrico las islas Baleares y las estaciones de Vandellòs y el puerto de Tarragona. A su juicio, el proyecto abriría la puerta a "un modelo turístico desmesurado".