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LAS CONSECUENCIAS DEL 11-M

235 comunidades registradas

Elsa Granda

Nadie sabe exactamente cuántos musulmanes viven en España. No existe un censo oficial y sus dos principales federaciones, FEERI ( Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas) y UCIDE (Unión de Comunidades Islámicas de España), que aseguran representar a la mayoría de ellos, no se ponen de acuerdo en una cifra siquiera aproximada. La primera estima que rondan el millón, mientras UCIDE cree que están en torno a las 500.000 personas. El continuo flujo de inmigrantes irregulares impide cualquier aproximación fiable.

El Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia tenía inscritas a 37 comunidades y asociaciones musulmanas en 1990. Hoy son 235. No obstante, este registro es voluntario y se estima que el número real podría acercarse al medio millar. Los datos de ese registro dan una idea de la distribución geográfica de la población musulmana en España. La profesora de Sociología del Mundo Árabe de la Universidad Autónoma de Madrid Gema Martín Muñoz considera que la concentración en cinco zonas atiende a distintas razones, sobre todo laborales. "En el caso de Cataluña existe una larga tradición porque es un destino elegido históricamente por la comunidad marroquí y la inmigración funciona por redes familiares y de amistad".

Madrid tiene una concentración muy importante porque existe una amplia oferta de trabajo en el sector servicios. La proximidad geográfica con los países de origen y los lazos históricos, unidos a la necesidad de mano de obra en la agricultura, hacen que Andalucía sea otra de las comunidades elegidas por los inmigrantes musulmanes. La demanda de mano de obra barata en el sector de la construcción y en los campos de Murcia y la Comunidad Valenciana también es un reclamo para escapar de la pobreza de sus países. "La densidad tan alta de inmigrantes musulmanes en Ceuta y Melilla es una cuestión fronteriza. Saben que al otro lado, por los mismos trabajos, van a estar mucho mejor remunerados", asegura Martín Muñoz. Aproximadamente el 60% de los musulmanes establecidos en España procede de Marruecos, y en menor medida, de Argelia. En Cataluña reside una comunidad muy importante de paquistaníes.

El perfil de los inmigrantes se ha ido modificando en los últimos años. Cada vez son más jóvenes y más cualificados, y sin embargo se encuentran con el cupo previsto en la Ley de Extranjería, que limita los sectores en los que pueden trabajar a ámbitos no cualificados, "creando una gran frustración en los que están preparados para desempeñar otras labores".

Las estadísticas reflejan que cada vez más inmigrantes llegan a España en busca de libertad y de establecerse en una sociedad democrática. Según Martín Muñoz, es una inmigración que no piensa en retornar sino "en hacer un proyecto de vida aquí para ellos y para sus hijos".

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