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FÓRUM DE BARCELONA | Observatorio
Columna
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Debate ciudadano 'de pago'

Judith Astelarra

En el capítulo VIP, la primera semana estuvo bien. Tanto en la inauguración como en los primeros diálogos hubo personajes importantes e ideas y propuestas muy interesantes. En el espectáculo, el domingo hubo menos público que el esperado, pero vi muchos grupos de amigos disfrutar. Sin embargo, percibo un dilema con el proyecto. Se nos ha dicho que el Fórum es un acontecimiento nuevo y excepcional, que combina fiesta y reflexión, convocando a personas de todos los orígenes. Es casi un renacimiento del ágora, ahora universal.

Pero, para participar en este evento de vocación ciudadana, los invitados deberán pagar. La experiencia de otros foros es diversa: Porto Alegre es una tribuna gratuita, para cualquiera; Davos es un forum carísimo, para los más ricos.

Los parques temáticos, aunque los temas sean nobles, cuestan dinero: no parece mal pagar, aunque requisar bocatas es esperpéntico. Las conferencias y los seminarios también suelen ser costosos, pero con subvenciones se pueden rebajar (¿para qué tanta empresa patrocinadora?). Ahora bien, ¿se debe pagar por entrar al ágora?

La organización del Fórum se ha avenido a revisar criterios después de las críticas. Me atrevería a hacer una sugerencia: abrir al público un sector del recinto, que sea gratuito, para permitir el debate ciudadano con los colectivos interesados. Hay un entorno ideal para ello: los encuentros con participantes destacados de los diálogos de las 141 preguntas en la jaima, hábitat de las ONG y las agencias de la ONU. Si se convirtiera en un espacio abierto, con participación de todos, se potenciarían el conocimiento y la discusión de los temas allí abordados.

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