El coche urbano del futuro
El Smart, con sus 2,5 metros de largo y su mecánica de bajo consumo, adelanta ya algunas de las características de los utilitarios del futuro. Pero los nuevos coches urbanos mejorarán su eficiencia montando motores más pequeños y económicos para seguir bajando la contaminación. Y apostarán por reducir la anchura de la carrocería, en vez de la longitud, para mejorar la aerodinámica, integrar un maletero aceptable y ofrecer la seguridad de los modelos actuales en caso de impacto frontal, el accidente más común. De llegar a la calle, la nueva arquitectura, con dos asientos en línea, contribuirá a reducir los atascos porque permitirá aumentar la capacidad de las calles y autopistas: podrán circular dos coches por cada carril actual. Y aplicando el mismo principio, ayudará a incrementar las plazas disponibles de los aparcamientos en batería.
Precio competitivo
La propuesta de Volvo, al igual que las de VW y Suzuki (ver despiece), recoge estas premisas. Por el momento es sólo un coche-concepto en fase de investigación y desarrollo, pero la marca asegura que se podría comercializar en 2010 por unos 22.000 euros.
Este último avance del utilitario del futuro se llama Tándem y hace referencia a la disposición de sus plazas. Su imagen vanguardista y sus curiosas medidas -4 metros de largo y 1,3 de ancho- aportan una aerodinámica excelente que, junto a la mecánica y la ligereza (600 kilos), son la clave para obtener consumos récord.
Emisiones mínimas
De momento, el motor está aún por definir, pero Volvo se decanta por propulsores convencionales (para contener el precio) de dos o tres cilindros y menos de un litro de cilindrada. Podrían ser de gasolina, diésel o híbridos: en el primer caso consumiría unos cinco litros y en los dos últimos apenas llegaría a tres, con unas emisiones de 80 gramos de CO2 por kilómetro, casi un 35% menos que los modelos actuales más ecológicos, como el Toyota Prius (104 gramos). Además, el Tándem acelerará de 0 a 100 km/h. en menos de 10 segundos, y tendrá una velocidad limitada a 130/140 km/h., algo por encima de la normativa, para poder adelantar en autopista.
Boletín
Amplio y bien equipado
El interior está pensado para ofrecer dos plazas en tándem, válidas para todas las tallas, y un maletero detrás. También incluirá un completo equipamiento, tanto en
seguridad (control de estabilidad, ABS, airbags) como en confort (aire acondicionado). Y el diseño del salpicadero primará la funcionalidad: relojes digitales y una pantalla táctil para manejar todos los sistemas y accesorios.
La conducción será similar a las de los coches actuales: volante, cambio automático y dos pedales. El joystick, que permite movimientos más rápidos y precisos que el volante, no se aplicará, en principio, porque exige cambiar la técnica de conducción y podría provocar el rechazo de los clientes.
LAS PROPUESTAS DE VOLKSWAGEN Y SUZUKI
- VOLKSWAGEN 1 LITRO
Mucho más eficiente que la propuesta de Volvo, pero con unos materiales que encarecerían el precio comprometiendo su viabilidad comercial. Mide 3,47 metros de largo por 1,25 de ancho, e incluye dos plazas en tándem y un maletero de 80 litros. Gracias a su carrocería de fibra de carbono y al chasis de magnesio pesa sólo 290 kilos. Así, el pequeño motor 0.3 diésel de un cilindro y 8,5 CV es suficiente para alcanzar 120 km/h. y lograr un consumo récord: un litro cada 100 kilómetros.
- SUZUKI S-RIDE
La marca japonesa propone un vehículo con mecánica de moto que, si llega a fabricarse en serie, podría venderse a un precio inferior al del Volvo. El interior cuenta también con dos plazas en tándem, y las dimensiones son similares: 3,1 metros de longitud por 1,4 de anchura. El motor es un 0.65 de gasolina con cambio automático CVT (sin marchas). Y pesa unos 400 kilos. Las prestaciones no se han comunicado, pero a priori deberían ser superiores a las de los modelos alemán y sueco.
LOS PRIMEROS PASOS
LA CONCEPCIÓN del Tándem se ha producido en el centro de diseño e investigación que Volvo tiene en Camarillo, California. El equipo de trabajo, formado por diseñadores e ingenieros expertos en mecánica y estructuras, ha definido ya las dimensiones y arquitectura de la carrocería, la disposición de las plazas en el interior y la ubicación del propulsor, que se situará delante, bajo el capó. Además se han fijado un objetivo de peso de unos 600 kilos, manteniendo los equipamientos de seguridad y confort de los coches actuales.
El vehículo experimental se está utilizando para analizar la amplitud, ergonomía y visibilidad de la cabina proyectada, tanto desde el punto de vista del conductor como del acompañante. Y los resultados son favorables: dos adultos de más de 1,80 metros de altura pueden acomodarse con desahogo, y el piloto tiene un campo visual superior al que ofrecen los modelos de hoy en día. Sin embargo, la cabina puede resultar algo claustrofóbica a pesar de su luminosidad (está realizada con materiales plásticos transparentes), al menos para los ocupantes más sensibles a los espacios limitados.
El diseño de la carrocería es una de las cuestiones todavía pendientes. Por el momento hay dos propuestas: una futurista (coche amarillo, en la imagen inferior) y otra más convencional (coche rojo). Es probable que esta última sea la primera en llegar a la calle
si se aprueba la fabricación en serie.
La puesta a punto de los principales elementos de la conducción (dirección, frenos, suspensiones) será lo último que se decida. En principio, Volvo apuesta por un manejo cómodo y sencillo, pero al mismo tiempo quiere conseguir también un cierto dinamismo que permita disfrutar al volante.
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