Naufragio en la Bahía

La victoria de José Luis Rodríguez Zapatero y del PSOE sorprendió a una parte importante de los analistas políticos nacionales e internacionales y se convirtió en una noticia de impacto mundial por las repercusiones que tendría en el conflicto de Irak.

Pero no sólo la victoria está siendo una sorpresa, sino que la aceleración en las respuestas a los compromisos electorales se ha convertido en una inusitada y extraordinaria novedad. No sólo se cumplió el compromiso de salir de Irak, de una guerra injusta, inmoral e ilegal, sino que se están ofreciendo respuestas de gran calado en otras materias a un ritmo de vértigo. Ante esto, aparecen como patéticas las valoraciones de la oposición sobre el Gobierno socialista cuando llevaba sólo una semana de mandato.

El ritmo vertiginoso de trabajo del Gobierno y la eficacia con la que está cumpliendo la palabra dada a los ciudadanos mantiene en el desconcierto a la oposición, que camina aún con el pie cambiado. De ahí que el PP incurra en el ridículo de valorar al Gobierno a los siete días de su mandato. Inaudito y ridículo. Quizás, en algunos casos, tampoco el PSOE está presentando estos compromisos electorales ante la opinión pública con la suficiente claridad ni poniendo en valor el esfuerzo que supone su cumplimiento.

En relación a la patera naufragada frente a la costa de Rota, y que costó la vida a demasiadas personas, el PSOE exigió una investigación que determinara cuántas medidas eran necesarias para evitar en el futuro una desgracia de este tipo, de consecuencias tan terribles. La conclusión inmediata es que no se contó en aquellos momentos con las unidades de salvamento útiles para poder intervenir con seguridad. Al mismo tiempo, se denunció con dureza la falta de transparencia y la manipulación de la información de que hizo gala el Gobierno del PP.

Ahora, el grupo socialista, a través de los diputados que suscriben esta tribuna, ha requerido el expediente completo del naufragio al Gobierno de la nación para disponer de información veraz y fidedigna sobre las actuaciones que se produjeron en los servicios de salvamento.

La página más lamentable en este luctuoso acontecimiento, además de la muerte de 37 inmigrantes, fue el comportamiento de algunas autoridades. Frente a las exigencias de los medios de comunicación y de la oposición política y social, terminaron acusando al comandante del buque Fox Tenerife, que avisó alarmado de lo que iba a suceder, de ser "el responsable del accidente" por no haber auxiliado a los náufragos. La maquinaria del PP se ponía en marcha una vez más culpando a otros antes de afrontar las responsabilidades. Es marca de la casa y convertían a un marino mercante, que cumplió con creces su obligación de auxiliar según la buena conciencia y las normas de salvamento marítimo, en cabeza de turco.

Hubiera sido más sencillo reconocer que no se disponían de medios en aquel momento, asumir responsabilidades y adoptar el compromiso de solucionarlo en el menor plazo de tiempo posible. Si hubiéramos manejado este desgraciado accidente con arreglo a la verdad, todos nos hubiéramos evitado complicaciones y refriegas políticas y electorales que no engrandecen el ejercicio de la actividad política.

No nos mueve ninguna actitud inquisitorial hacia los miembros de los servicios de seguridad y salvamento, ya soportan suficiente tensión en su trabajo cotidiano. No nos mueve la exigencia de responsabilidades penales, ya resueltas por la justicia ordinaria; ni siquiera pedimos cuentas a sus responsables políticos, que se han sometido a un proceso electoral. Los ciudadanos de la provincia de Cadiz han repartido sus apoyos y sus rechazos de manera bien evidente en las recientes elecciones generales y andaluzas. Determinar la carencia de medios y los defectos de la coordinación va a ser el trabajo y el objetivo de los diputados socialistas por Cádiz en relación con este asunto y a lo que encaminamos nuestra dedicación.

Alfonso Perales y Salvador de la Encina son Diputados del PSOE en el Congreso por Cádiz