¡Por fin, comisión de investigación!
Bienvenida sea la decisión parlamentaria de iniciar una comisión de investigación pública sobre los hechos acaecidos entre el 11 y el 14 de marzo. Por fin se acabarán las lucubraciones sobre los enigmas del 11-M utilizadas por los portavoces oficiales y mediáticos del PP para sembrar dudas, propalar insidias en torno a los propósitos del monstruoso atentado terrorista y apuntar la existencia de una misteriosa conspiración urdida por servicios de inteligencia extranjeros -en connivencia con policías españoles- para dar la victoria al PSOE en las elecciones.
Por fin sabremos la razón de por qué el Gobierno de Aznar siguió atribuyendo hasta bien entrada la tarde del 13 de marzo la autoría del atentado del 11-M a ETA, pese a que desde la noche del jueves era evidente la pista islamista. ¿Por qué razón no se convocó el jueves por la mañana una reunión del Pacto Antiterrorista, solicitada por el PSOE? ¿Por qué se reunió el sábado por la noche la Junta Electoral Central urgentemente en el Congreso y sin permitir el acceso a la prensa, teniendo en vilo al electorado? ¿No fue Rajoy el primero que vulneró el día de reflexión al declarar públicamente "que partidos políticos de izquierda, cuyos nombres no quiero mencionar, están movilizando a la gente en contra del PP"? Y, por último, la reiterada pregunta: ¿por qué el Gobierno del PP, al apoyar la invasión de Irak, no tomó las medidas necesarias para proteger a la ciudadanía ante las amenazas contra España por parte del terrorismo islamista?
Muchos creemos que se hizo muy poco para intentar evitar la tragedia. Así lo acaba de confirmar Aznar en la presentación de su libro, en el que afirma: "Quizá los propios éxitos conseguidos en la lucha contra ETA en los últimos años nos han llevado a bajar la guardia ante la amenaza fundamentalista". Espero que el ex presidente Aznar por fin asuma su responsabilidad política.
