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Pilar Montoya vuelve a bailar para arropar a su hijo Farruquito

Apenas esbozó una sonrisa. Para el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, cada encuentro con la prensa es un mal trago. El artista presentó ayer en Barcelona su espectáculo Farruquito y familia, que se podrá ver en el teatro Poliorama desde el 21 de mayo al 3 de junio.

El espectáculo es un recorrido por los palos más tradicionales del flamenco. La estrella del duende declaró que necesita más que nunca la protección de los suyos para sobrellevar estos momentos de pesadilla: "Siempre nos hemos apoyado unos a otros. Lloramos juntos para desahogarnos y para seguir con rabia con las cosas que te pasan".

Al llamamiento de socorro no ha faltado su madre, Pilar Montoya, La Farruca, que ha decidido echarle un capote arropándole de nuevo con su arte en las tablas, después de tres años retirada, desde la muerte de su marido. "La idea de regresar al baile no es de ahora. Esto me ha obligado a volver más pronto de lo previsto y a ponerme los zapatos otra vez. Pero no podía fallarle, porque tiene momentos que la vida se le viene abajo. Vuelvo por él, porque me necesita", explicó la bailaora. Farruquito afirmó que su madre vuelve a los escenarios porque "el flamenco la necesita". Además de su madre, actúan también su hermano Farruco y su tío Barullo.

A los periodistas se les avisó ayer de que la figura del flamenco no contestaría a ninguna pregunta que no se refiriese a temas profesionales. Sin embargo, no fue posible.

La pasada semana, la titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla aumentó en 100.000 euros la fianza del artista, que, tras su detención en marzo, se fijó en 40.000 por el atropello que cometió Farruquito el pasado septiembre y que costó la vida al sevillano Benjamín Olalla.

Sacar fuerzas

El bailaor declaró ayer en Barcelona que aún no sabe de dónde le viene el coraje para subirse cada noche a un escenario a bailar romeras, guajiras y siguiriyas: "He tenido que actuar en otras situaciones difíciles, como cuando murió mi padre. Ojalá supiera de dónde saco las fuerzas para seguir bailando. Quizá vienen de los muchos dioses que tengo por ahí arriba". El artista añadió que nunca se le pasó por la cabeza abandonar su carrera, porque esa renuncia significaría al final "suspender gran parte de mi vida".

Al artista no le ha dado la espalda el público, sino todo lo contrario. Los productores del espectáculo esperan una excelente acogida de la compañía en Barcelona. Las expectativas son tan buenas que también se realizarán funciones los lunes. "Hemos tenido una buena aceptación por parte del público. Actuamos en teatros llenos o casi llenos cuando lo hacemos en pueblos pequeños. Es como siempre. Aquí nos sentimos arropados", dijo Farruquito.

El bailaor intenta salir adelante con el cariño de los que siempre han estado con él. "Sólo sentiría miedo si mis amigos de verdad desconfiaran de mí", concluyó el artista.

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