'Playas' muestra el intento de Joaquín Pacheco de aproximar el arte a la vida
El pintor madrileño presenta una veintena de trabajos en una galería de San Sebastián
Joaquín Pacheco (Madrid, 1934) lleva más medio siglo dedicado a la pintura y frente a la perfección, la depuración técnica, defiende la importancia de las pequeñas imperfecciones. "El arte tiene que estar cerca de la vida y la vida es error, es una sucesión de luces y sombras", apunta. "El cuadro redondo te miente. Yo prefiero los imperfectos, los que dejan ver que se te ha ido la mano o que te tiembla el pulso". Pacheco, pintor figurativo y admirador de Francis Bacon, Richard Lindner y Edward Hopper, confiesa esa preferencia mientras recorre Playas, una exposición que reúne en la Galería DV-Distrito 4 de San Sebastián (San Martín, 5) una veintena de acuarelas, pinturas y dibujos que ha realizado en los últimos años, la mayoría playas en las que el artista juega y explota las posibilidades que da la doble imagen.
Los arenales figuran como un tema recurrente en la trayectoria de este pintor, que ya destacó en 1958 cuando su obra fue seleccionada para la 29ª Bienal de Venecia. "Pinto mucho la ciudad, porque me gusta la ciudad y me gusta mucho la gente, pero el mar me atrae por ese espacio metafísico que se crea en la playa, por esa especie de vacío", señala.
Cada pieza de la muestra presenta una excusa que Pacheco aprovecha para jugar con las dobles imágenes, del reflejo del mar a los cristales de una cafetería. Muchas de ellas reproducen a su manera algunos encuadres y posturas del arte clásico. "En realidad, yo trabajo sobre todo con la memoria porque todo esto son recuerdos que tienes de cosas que has visto y que luego tratas de reconstruir", apunta el autor.
Figura humana
La figura humana está presente en toda su obra, pero no "individualizada", sino como un elemento abstracto dentro de una puesta en escena casi cinematográfica. "Yo no pinto con una idea preconcebida", cuenta. "Es el cuadro el que me manda y creo que esto es bueno. Tienes que dejar que la pintura te pueda, no tratar de controlarla tú. Creo que es importante respetar a la pintura y no tratar de forzarla". ¿No se respeta lo suficiente? "Pienso que no", responde. "Hay prisa para todo y no se concede el tiempo que necesitan las cosas para ver si son o no son banales".
Pacheco, quien ha expuesto en ciudades como París o Nueva York, se considera pintor, aunque también dibuja. En Galería DV-Distrito 4 presenta varias series de tinta sobre papel, tanto escenas de playa como de ciudad. "Es como mi especie de diario; los escritores toman nota y yo hago estos dibujos que luego puedo desarrollar en cuadros". O lo que es lo mismo, en pinturas figurativas, aunque reconoce que también le atrae la abstracción. "No distingo entre lo figurativo y lo abstracto", confiesa; "lo que me interesa es que el signo que aparece esté cerca de la vida, que esté vivo y me emocione, como la música. Con la abstracción es más fácil caer en lo ornamental y lo decorativo y yo creo que hay que luchar un poco contra eso e ir más hacia las cosas que sean significantes, que te hablen, que te provoquen", sentencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.