"Presi, presi, las celebraciones se acaban el martes"
Benítez frena los excesos con la vista puesta en la final de la Copa de la UEFA del día 19
El serio entrenador del Valencia, Rafa Benítez, de 44 años, hubo de frenar la euforia desmedida de su alegre presidente, Jaime Ortí. "Presi, presi, las celebraciones se acaban el martes", le espetó el técnico al dirigente antes de la cena con el equipo. No quiere excesos más allá de ese día el preparador madrileño del Valencia, muy consciente como es de que le queda otra cita ineludible con la historia del club: la final de la Copa de la UEFA, el miércoles 19 en Goteborg ante el Olympique de Marsella. Antes, el próximo viernes, su equipo pasará por el pasillo de honor que le brindará el Villarreal, precisamente el que fue su rival en las semifinales del torneo europeo, en el penúltimo partido de Liga.
Cañizares salió enfurecido de las duchas porque un cámara grabó imágenes del vestuario
Benítez no sólo piensa en acabar la temporada de la mejor manera posible -es decir, el primer doblete del Valencia en sus 85 años de historia-, sino que ya ha empezado a pensar en la próxima campaña. Comienza desde hoy su batalla con la directiva para que le traigan los fichajes que reclama, tarea titánica para este entrenador habida cuenta del carácter ingobernable del club y de las dificultades económicas con las que año tras año se ha encontrado el técnico.
"¡Juanito, quédate!". En medio de la algarabía de la cena de celebración del título por parte de los jugadores, éste fue el cántico más coreado. Sus compañeros le pedían al delantero Juan Sánchez que nos les dejara la próxima temporada. No lo hará por voluntad propia, sino porque termina contrato y el club no tiene intención alguna de renovarle.
El asturiano Angulo, sentado en una de las mesas, reía de oreja a oreja y era uno de los promotores de la mayoría de las bromas, cuya víctima preferida fue el utillero, el entrañable Españeta.
El joven africano Sissoko no bajaba de la nube. "Nunca imaginé que pasaría algo tan grande en mi vida. Yo venía para jugar en el Valencia B y ahora soy campeón de la Liga española. Es increíble".
El segundo capitán, Rubén Baraja, autor del 0-2 definitivo ante el Sevilla cuando el partido estaba a punto de tocar a su fin, reclama perspectiva histórica para valorar el enorme mérito de este grupo de futbolistas, que han conquistado dos Ligas en apenas tres años. Y el primer capitán, David Albelda, recordaba que el Valencia saborea más los títulos porque, para conseguirlos, ha superado a clubes mucho más poderosos, en alusión al Real Madrid y al Barcelona.
Mientras, al durísimo Ayala se le caían las lágrimas. Su tempora ha sido excepcional. Seguramente se ha convertido en el mejor defensa de la Liga. El más competitivo, sin duda. Acaba de ser padre de su cuarta hija y no pudo reprimir la emoción. Recordaría, probablemente, Ayala que a punto estuvo de cambiar de bando, cuando el Real Madrid presionó hasta el último momento en el pasado verano para tratar de ficharlo. Y él estaba dispuesto a irse hasta que el Valencia le mejoró sustancialmente su contrato.
Su mejor amigo en la plantilla, el portero internacional Cañizares, salió enfurecido de las duchas del Sánchez Pizjuan, tras la victoria. Indignado porque un cámara de Canal Nou hubiera grabado imágenes de la fiesta de los jugadores celebrando el título dentro del vestuario. Cañizares, al igual que Ayala y Pellegrino, consideran sagrado el vestuario, por lo que lo vieron vulnerado por esta grabación. Los responsables de Canal Nou, sin embargo, habían pedido permiso al capitán Albelda, que se lo dio. La televisión autonómica valenciana es la principal fuente de financiación de la sociedad de Mestalla.
Ajeno al suceso se mantenía Amedeo Carboni, de 39 años, el juagdor más veterano del equipo: "Es un orgullo salir a la calle en Valencia y llevar esta camiseta", declaró emocionado. Carboni estaba deseando regresar a Valencia para disfrutar de la fiesta de sus aficionados: "Tengo ganas de volver a Valencia y estar con la gente porque es un título importante para nosotros y para ellos, porque los hace felices".
El lateral italiano recordó que en la ida de la semifinal de la Copa de la UEFA contra el Villarreal fue "un poco egoísta" porque vio una tarjeta amarilla que le impidió jugar la vuelta. "No me quería perder la final de Goteborg. Estamos convencidos de que podemos hacer el doblete".
Carboni y compañía tendrán poco tiempo para las celebraciones por orden expresa de su técnico, Benítez. El avión del equipo tiene previsto aterrizar en el aeropuerto de Manises a las 17.00 horas. Después, un autobús descapotable trasladará a los protagonistas a la plaza de la Virgen, en el centro de la ciudad; más tarde, a las puertas de la Generalitat, el Ayuntamiento y, finalmente, el estadio de Mestalla, donde está prevista la gran traca final, ya por la noche.
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