Agencia patrimonial
Siete licenciados en Humanidades apuestan por el negocio de la promoción del legado cultural frente a la oferta de sol y playa
El renombrado patrimonio medioambiental de la provincia de Alicante, singularmente sus playas, ha relegado su rico legado histórico cultural casi al olvido, incluso, de la población autóctona. La joven firma Terra Leuka (www. terraleuka.com) está dispuesta a enmendar este terrible lapsus colectivo.
La génesis de la empresa comenzó a finales de abril del pasado año, cuando siete estudiantes de la joven licenciatura Humanidades, de la Universidad de Alicante, barruntaban una salida profesional distinta a las clásicas oposiciones. Una simple mirada al paisaje de la ciudad, playas abarrotadas y algún extranjero que otro despistado buscando el emblemático castillo de Santa Bárbara, les condujo a la idea. Alicante, a diferencia de otras ciudades de gran tirón turístico como Barcelona o Madrid, carece de una infraestructura que divulgue su legado cultural y lo contextualice. El reclamo de sol y playa comienza a tener síntomas de agotamiento, cuenta Isabel Lozano, trabajadora y fundadora de la empresa. Fue entonces como surgió la idea de difundir y divulgar nuestro patrimonio cultural, explica Isabel, quien se apresura a matizar que su trabajo no consiste en hacer de guía sino de "intérprete del patrimonio".
Los siete fundadores, cinco menores de 30 años, entre ellos licenciados en medicina, diplomados en relaciones laborales, perfilaron el proyecto en base a su formación multidisciplinar. Si bien, sólo dos de ellos, Isabel Lozano y Gloria Gelardo, apoyadas por una tercera colaboradora, María del Mar Sánchez, trabajan exclusivamente en la mercantil. "De momento, la empresa sólo nos da para pagar a la Seguridad Social y llevarnos un pequeño sueldo", relata Isabel.
Los primeros pasos de Terra Leuka se dirigieron al Ayuntamiento de Alicante, concretamente al Patronato de Cultura, para ofrecer sus servicios. De esta forma, su bautismo profesional se inicia con la inauguración del Parque de la Ereta, en las faldas del Benacantil coronado por el emblemático castillo. "La Ereta es el punto de partida para narrar la historia de esta ciudad". Cuando concluyó su proyecto, la concejalía de Educación repescó la idea pero, en este caso, enfocada a la población escolar.
A finales de septiembre, la plantilla elaboró una carta de presentación que dirigieron a todos los colegios e institutos de la provincia. "Previamente realizamos un estudio del patrimonio que se ajustase al contenido de los diferentes cursos escolares", describe Isabel. De esta forma, Terra Leuka elaboró toda una serie de itinerarios culturales que respondieran a la demanda escolar: el arte rupestre, el comercio de la nieve, la historia de la cerámica, del juguete, del helado y del turrón. Además de incluir museos básicos como es el del agua. Y así, hasta abarcar toda la historia que explica y contextualiza lo que hoy son los alicantinos. "Explicamos la historia, apoyándonos en el legado, de manera activa y amena".
De momento, el proyecto continúa en sus cimientos. Todavía no han abandonado el seno materno -emplean las instalaciones del Gabinete de Iniciativas para el Empelo de la Universidad de Alicante (GIPE). Y dentro de muy poquito la incipiente empresa dará sola sus primeros pasos. "Nos queda poco. Ahora es cuando comienza la gran inversión en material informático. Empieza lo duro", lamenta Isabel.
En cualquier caso, este mes no les ha ido nada mal gracias a los colegios. Si bien, su propósito es adentrarse en otros terrenos más inexpugnables como es el turismo extranjero. Competir con los touroperadores es tarea casi imposible ya que los turistas vienen con sus visitas contratadas en origen, dice.
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