Bochornoso
Martes, 4 de mayo de 2004. Paso por las inmediaciones de la Torre Sur de la Plaza de España, camino del centro de la ciudad. Son casi las 12 del mediodía. Mucha gente trajeada y encorbatada. Enseguida pienso: celebración habemus. (Después me informo de que se trata de la toma de posesión de los nuevos subdelegados del Gobierno en Andalucía). Algunos de los invitados llegan en sus coches oficiales. Después de la toma de posesión, se supone que no faltará el correspondiente refrigerio. Sigo caminando. La plaza y su entorno están atestados de turistas. Observo el estado deplorable de la ría y su balaustrada, especialmente en las proximidades de la Torre Norte. Siento vergüenza ajena. Dos reflexiones me vienen a la mente. Primera: ¿ninguno de los importantes señores y señoras invitados al acontecimiento pueden hacer nada para remediar la bochornosa situación en que se encuentra este importante monumento de Sevilla desde hace muchos años?, ¿acaso van provistos de unas imaginarias orejeras que les impiden ver los aspectos negativos de nuestra ciudad? Por supuesto, los primeros responsables son el delegado y el subdelegado del Gobierno, con despachos en la propia Plaza de España. Segunda: ¿cuánto dinero público dilapilan las Administraciones públicas en ágapes y coches oficiales?, ¿cuántas plazas y monumentos públicos en general se podrían adecentar con los fondos públicos malgastados? Conclusión: algún cargo político sugirió no hace mucho tiempo que habría que pedir el título de Excelencia Turística para el Parque de María Luisa y su entorno. A la vista de su estado actual, sería más adecuado concederle el galardón a la Cochambre Crónica.
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