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Avanza el radicalismo islámico en Turquía

La cumbre de la OTAN en Estambul llega en el momento de mayor agitación antioccidental

La furia generada en el mundo islámico por las fotos de torturas y humillaciones a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib amenaza con dinamitar la cumbre de la OTAN del 28 y 29 de junio en Estambul. "La reunión es, como poco, inoportuna; quizá se convierta en inviable. La multiplicación de objetivos para ataques terroristas puede crear una situación de inseguridad insostenible. Imagínese Estambul con las caravanas de automóviles de [George W.] Bush y los demás líderes de la OTAN haciendo centenares de desplazamientos al día por estas calles". Son palabras de Rusen Cakir, experto en terrorismo y movimientos islamistas, pronunciadas en una terraza del Cuerno Dorado en una Estambul primaveral espléndida y tranquila. En apariencia al menos.

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Porque la indignación de la población viene elevándose por momentos desde hace días y semanas, según reciben nuevas imágenes de las torturas, nuevas pruebas de que lo peor es cierto. "Comprendo a los jóvenes turcos que sólo piensan en cómo vengar las humillaciones con ataques de todo tipo contra intereses de EE UU e Israel, pero también contra nuestros intereses. La situación era alarmante. Pero los últimos acontecimientos, y especialmente esas fotos de Abu Ghraib, la convierten en explosiva. Las consecuencias serán devastadoras. Si fuera joven, quién sabe si no estaría organizando una célula terrorista".

Quien así habla no es radical islamista ni un fanático del antiamericanismo. Cakir es uno de los mayores expertos en terrorismo de Turquía, prestigioso periodista y miembro de Tessev, el principal centro de estudios de política de seguridad del país. Tessev ha trabajado siempre estrechamente ligado a los Gobiernos europeos y al norteamericano en la cooperación en política de seguridad.

Turquía está, en todos sus estamentos, conmocionada ante las noticias e imágenes que llegan de Irak. Todos temen lo peor:radicalización multitudinaria y nuevos atentados como los de noviembre en Estambul que costaron decenas de muertos. Quienes han de estar frotándose las manos son aquellos que en universidades, comunidades radicales islámicas y decenas de células durmientes vinculadas a Al Qaeda se felicitan por la ola de popularidad, apoyo y reconocimiento que disfrutan, dice Cakir. Hace una semana, la policía turca detuvo a un número indeterminado de miembros de Al Qaeda que tenían al parecer planes bastante elaborados para atentar durante la cumbre. Nada se ha sabido de los objetivos específicos. Pero hay cientos de posibilidades.

Pero ya no son sólo las células dormidas que Al Qaeda tiene en Estambul la gran preocupación de las autoridades. Porque lo que bulle es la población en general. El Gobierno islamista moderado de Recep Tayyip Erdogan, que había logrado mantener un difícil equilibrio entre las demandas de los cuadros combativos de su partido y los intereses nacionales de cooperación tradicional con la OTAN, Israel y EE UU, ve desarbolada su estrategia de discreta cooperación con Washington y teme grandes presiones en las próximas semanas. Según otras fuentes, los defensores de la cooperación militar en Irak con EE UU han quedado hundidos y son cada día menos, en una Administración civil y militar formada en el seno de la OTAN.

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Comienza a hacerse fuerte la impresión de que es mucho más peligroso ser amigo de Washington que no serlo. Según comentan, es generalizada la impresión de que la actuación de los torturadores norteamericanos como de la Administración de Bush es una deslealtad tan brutal con los aliados que, en el caso de países tan expuestos como Turquía, raya en la traición. En el Parlamento han surgido las voces de miembros del partido islamista gobernante que exigen que el presidente Bush y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, sean acusados junto a los torturadores de Abu Ghraib ante la Corte Penal Internacional de La Haya. Y las pequeñas manifestaciones espontáneas se han sucedido ante todo aquí en Estambul. Para hoy, domingo, hay convocada una que, según algunos medios, podría suponer un aviso serio para las autoridades. Una respuesta masiva en esta ciudad de más de 14 millones de habitantes podría inducir al replanteamiento de una cumbre de la OTAN proyectada en lo que ahora es el peor sitio en el peor momento.

"Las autoridades no dicen nada para no extender la alarma. Pero somos un objetivo prioritario por muchas razones, por nuestra vocación occidental, por nuestro sistema secular de Gobierno, por nuestra participación en la OTAN. Al Qaeda lleva aquí mucho tiempo con, como poco, varios cientos de militantes y, desde luego, después de lo sucedido en estas semanas y las fotos, tiene cada vez más simpatizantes y militantes potenciales. Con los terroristas, por su propia naturaleza, sucede que no se sabe si uno lo es o no lo es, pero tampoco si lo va a ser o no mañana. Y aquí no están en las mezquitas que ellos desprecian porque las consideran colaboracionistas del Estado laico. Ellos están en otras partes. Pero tenga por seguro que hoy son más que ayer".

Manifestación en Estambul contra la ocupación estadounidense y británica en Irak.
Manifestación en Estambul contra la ocupación estadounidense y británica en Irak.EFE

Apoyo europeo a los moderados

"No quiero ni imaginarme lo que puede suceder en este país si la UE cerrara en diciembre las puertas a la apertura de negociaciones para nuestro ingreso". Ishak Alatón es muchas cosas en Turquía, además de multimillonario sefardí y sabio. Su compañía Alarco se dedica tanto a macroproyectos (renovación de la línea férrea Ankara-Estambul en cooperación con la española OHL) como a la industria hotelera y un sinfín de actividades.

Alatón es quizá el máximo embajador no político del país y trabaja con el primer ministro del partido islamista moderado de Justicia y Bienestar para que Europa no cometa "el disparate" de cerrar las puertas a la apertura de negociaciones.

Alatón, presidente del grupo de estudios Tessev que trabaja en la organización de la cumbre de la OTAN, sabe del violento sentimiento antinorteamericano omnipresente e insiste en la gran responsabilidad que recae sobre Europa para mantener y fomentar en Turquía el único ejemplo de convivencia de democracia y sociedad musulmana. "No se trata del ingreso a muy largo plazo, se trata de abrir la carretera, que es mucho más importante que el destino".

Ayer concluía en Estambul una conferencia sobre Turquía y la UE organizada por la Comisión Europea y su balance venía a ser el mismo que hace Alatón: en su camino hacia una democracia homologable a las de la UE, Turquía ha avanzado más en los últimos tres años que en los anteriores ochenta, las negociaciones serán muy largas y no se habla de años, sino de lustros. Pero una negativa taxativa de la UE a las negociaciones "haría caer al Gobierno", según Alatón. Si a la aversión hacia EE UU a medio plazo irreversible se uniera el rechazo a la UE, "estaríamos ante un desastre de dimensiones que da miedo imaginar", concluye.

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