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El tripartito reduce las amenazas por las que es juzgado Otegi a una mera "crítica política"

La acusación de la Fiscalía por "amenazas terroristas" contra el dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi, por la que le pide dos años de cárcel, fueron ayer catalogadas por los portavoces parlamentarios del tripartito (PNV, EA e IU) ante el tribunal como un ejercicio de "crítica política" contra el Gobierno. La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior juzgó a Otegi por unas declaraciones hechas en una rueda de prensa el 21 de agosto de 2002, poco antes de que el juez Baltasar Garzón suspendiese las actividades de Batasuna y ordenara a la Ertzaintza que cerrara sus sedes políticas.

En concreto, Otegi instó, advirtió o amenazó, según las diferentes opiniones de los testigos de la defensa o de la acusación, al Gobierno con que no se le ocurriera usar los "mecanismos que le pone el Estado" para "golpear" y "aniquilar" a la izquierda abertzale. Joseba Egibar (PNV), Rafael Larreina (EA) y Oskar Matute (IU), quienes declararon como testigos de la defensa, vieron una "crítica política" y en ningún caso una "amenaza". En cambio, el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, advirtió con claridad en esas palabras un intento de "condicionar la actividad del Gobierno vasco" ante la inminente orden de Garzón de clausurar la sedes de Batasuna. Todo ello, dentro de una campaña de la izquierda abertzale sostenida en el tiempo, según Legarda, de desprestigio de la policía vasca. Esa campaña obligó a la Unidad de Información y Análisis antiterrorista de la Ertzaintza a redactar una nota, de fecha 14 de agosto, en la que se instaba a todos los ertzainas a cuidar de su seguridad en su trabajo y en su vida familiar.

El agente Teo Santos, entonces en el sindicato Erne, y el portavoz de CC OO-Ertzaintza, Roberto del Agua, ratificaron que las palabras de Otegi incrementaron la intranquilidad, el "miedo" o el "pánico" ya instalado en el cuerpo desde que ETA colocase al cuerpo entre sus objetivos si colaboraban en la estrategia del Estado, según el Zutabe 88 de ETA aportado ayer.

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