El centro de estudios sobre las migraciones de Sant Adrià de Besòs se inaugurará en octubre
El equipamiento es el embrión del futuro Museo de la Historia de la Inmigración
El Centro de Investigación y Desarrollo sobre las migraciones, embrión del futuro Museo de la Historia de la Inmigración de Sant Adrià de Besòs, abrirá sus puertas a principios de octubre. Esta primera fase del equipamiento se ubicará en la antigua masía Can Serra, que está en obras. Para albergar el museo se levantará un edificio de nueva planta: una construcción que parte de Can Serra y se eleva como una gran rampa, de los arquitectos Jorge Mestre y Iván Bercedo. El proyecto fue presentado ayer en un ciclo que el Colegio de Arquitectos dedica a las migraciones.
El proyecto tiene un presupuesto de 5 millones de euros, de los que 3,6 millones corresponden al nuevo edificio. Pero las obras, que en parte dependen de fondos europeos, no comenzarán hasta finales de año. Los autores del edificio que albergará el museo los definen como "una pieza topográfica" que se va elevando desde un mínimo de 3 metros hasta un máximo de 12 en función de los espacios que lo integran. Las dos fachadas del edificio estarán claramente diferenciadas. La que mira a las autopistas y al río será de hormigón, y tendrá grabados nombres de poblaciones emisoras de migraciones. En cambio, la que está encarada a Can Serra se abre o se cierra a los jardines con grandes muros móviles.
La directora y alma del museo y el centro de investigación, Inma Boj, explica que su objetivo es "recuperar material que está disperso". "Funcionaremos como centro de recursos para orientar a los estudiosos", señala. El centro tendrá una plantilla de cinco personas. Por ahora, el proyecto no tiene vinculación con el Museo de Historia de Cataluña. Boj considera que la inmigración no está específicamente tratada en el segundo, por lo que cree que ambos centros "son complementarios". Para aclarar los términos de una futura vinculación, Boj y el alcalde de Sant Adrià, Jesús María Canga, han mantenido reuniones con la consejera de Cultura de la Generalitat, Caterina Mieras. "La sintonía es buena", asegura Boj.
En paralelo a las obras y a las cuestiones burocráticas, el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona Martí Marín ha trabajado en el contenido de la exposición permanente del futuro museo, de la que será el responsable comisario. Marín ha ideado el futuro museo a partir de cuatro bloques que corresponden a otras tantas grandes oleadas migratorias contemporáneas: la del siglo XIX entre el campo y la ciudad, la de la década de 1930, la posterior a la Guerra Civil y hasta el fin del franquismo -la de mayor envergadura, explica Marín-, y el proceso que vivimos actualmente, que continúa abierto. De la suma de estas etapas, Marín extrae una idea de fondo: "La inmigración es una cuestión de círculos concéntricos que cada vez se amplían más". "Queremos explicar que la inmigración plantea conflictos, pero también que en Cataluña siempre ha habido oleadas migratorias y que no han producido guetos", afirma.
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