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NEUMOLOGÍA | La mayoría de afectados acude al médico cuando la enfermedad está ya muy avanzada

Sólo uno de cada cinco españoles de los 1,5 millones que sufren EPOC está diagnosticado

Un reciente estudio promovido por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) revela que tan sólo el 22% de los españoles que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) está diagnosticado. Sin embargo, esta patología respiratoria, producida en el 95% de los casos por el tabaco, es la tercera causa de mortalidad en los países desarrollados, tras los accidentes cardiovasculares y el cáncer.

Estos datos concuerdan con los de otros trabajos auspiciados por esta sociedad científica. Es el caso del estudio Iberpoc, publicado en 2001 en la revista Chest, que revelaba que el 78,2% de los pacientes no estaba diagnosticado y, por tanto, ignoraba que sufría esta dolencia, por la que paulatinamente se va perdiendo la función pulmonar hasta precisar respiración asistida. El estudio español Impac, publicado en 2002 en Quality of Life Research, demostraba que el 60% de los enfermos diagnosticados no está correctamente tratado, lo cual supone un aumento notable de las agudizaciones y el 40% del gasto total de la patología.

La tos, la expectoración y la disnea se asumen como 'cosas normales del tabaco y la edad'

José Luis Álvarez Sala, presidente de la Separ y jefe de la especialidad en el hospital Clínico de Madrid, explica que se trata de uno de los procesos más ocultos e insidiosos por la inespecificidad y lenta progresión de los síntomas, cuya consecuencia principal es que la mayoría de los 1,5 millones de españoles afectados, fumadores de más de 40 años, consulten al médico cuando la enfermedad se encuentra en fases muy avanzadas y el paciente ha perdido de forma irreversible gran parte de la función respiratoria.

Tos, expectoración (esputos) y disnea (falta de aliento al esfuerzo) son los tres síntomas más habituales, que generalmente suelen ser asumidos por el paciente como "cosas normales del tabaco y la edad".

El conocimiento que la población tiene de esta entidad clínica es muy bajo, ya que, en virtud del último estudio, sólo el 8,6% de los españoles consultados sabe en qué consiste, y apenas el 0,7% considera que se trata de una patología progresiva y grave. La mayoría de los consultados (42,7%) tiene conocimiento de la enfermedad por los medios de comunicación, mientras que el 33% sabe de su existencia por un familiar afectado y el 27,8% por el médico o farmacéutico.

El estudio indica también que entre los fumadores encuestados, el 58,8% se ha propuesto dejar el tabaco en alguna ocasión, con una media de 3,9 intentos a lo largo de su vida.

Germán Peces-Barba, vicepresidente de Neumomadrid, explica que todo paciente fumador con un hábito de más de 25 años que acude al médico con algún síntoma respiratorio debe ser sometido a una espirometría, una sencilla prueba que mide la cantidad y velocidad del aire que se expulsa y analiza la función pulmonar.

La EPOC está integrada por dos cuadros respiratorios: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, aunque también pueden aparecer independientemente uno de otro. La diferencia entre ambos, a juicio de Leopoldo Sánchez Agudo, jefe de Neumología del Instituto Carlos III de Madrid, es que en la bronquitis predomina el diagnóstico clínico -esto es, la persistencia de los síntomas durante más de tres meses al año y más de dos años-, y en el enfisema el diagnóstico es anatomopatológico al producirse una destrucción del parénquima pulmonar.

Si no existiera el tabaquismo, apenas habría EPOC, pues menos del 5% de los casos están generados por infecciones respiratorias de la infancia y ciertos déficit enzimáticos. Con la EPOC se va produciendo una obstrucción bronquial en los fumadores, que afecta a uno de cada seis, y constituye el primer factor de riesgo de cáncer de pulmón.

Este tumor es actualmente la primera causa de mortalidad por patología oncológica en los varones de los países desarrollados y en las mujeres de Estados Unidos. En las mujeres de Europa le sigue muy de cerca al cáncer de mama, pero los expertos calculan que en unos años pasará a ocupar también el primer puesto en la población femenina.

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