Contratos al peso

Viernes 5 de marzo, paso por la ETT que contrata personal para el Fòrum 2004. Me dicen que escoja el horario que más me conviene, que sólo está cubierto el de las mañanas. Escojo horarios, dejo los datos y dicen que me llamarán la semana siguiente para firmar ya el contrato.

Martes 23 de marzo, algo más tarde de lo previsto, firmo el contrato. Me aseguran que, a pesar de que los horarios que figuran en el papel comprendan de lunes a domingo y de que la empresa se reserve el derecho de cambiarlos como le plazca, yo trabajaré, como escogí, las tardes de lunes a jueves. Tengo otro trabajo de media jornada y el Fòrum me ha dado la oportunidad de participar en el evento y de montarme la vida hasta el mes de septiembre.

Miércoles 21 de abril, después de 15 horas de cursos no remunerados sobre los valores del Fòrum y un mes sin preocuparme de buscar trabajo, recibo una llamada en la que la ETT se disculpa porque el Fòrum había contado mal y sobra gente. Me dan dos opciones: quedarme en la reserva por si falla alguien o trabajar la mitad de horas por las que había firmado, además, en sábado y domingo. Pero debo decirlo ya, porque al día siguiente he de firmar un nuevo contrato para poder asistir a la "primera prueba de choque" al cabo de dos días.

Vuelvo a casa enfadado y descubro que mi compañero de piso, que había firmado el contrato una semana antes, también se encuentra en lo mismo. Él protesta y le responden que lo que firmó fue un precontrato. Lo consultamos con una abogada y nos dice que es un contrato en toda regla, pero que las condiciones no dejan demasiadas opciones al empleado. ¡Somos dos, y en una misma casa! Me pregunto a cuántos más les ha pasado lo mismo: ¿100, 200, 1.000?

Creo que no debería contratarse la gente al peso. Que luego nos hablen de valores.