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La Junta permite abrir a los cuatro bingos cerrados en Málaga por deudas

Ambas partes tienen un mes para pactar un calendario de pago de los tributos atrasados

Los cuatro bingos que desde el pasado 23 de abril permanecían cerrados en la provincia de Málaga al negarse la Junta a venderles cartones por las deudas tributarias acumuladas, reanudaron ayer su actividad tras alcanzar un principio de acuerdo con la administración autonómica. Según este pacto, en el plazo de un mes cada una de las empresas tendrá que acordar un calendario de pago de los impuestos que deben con la Consejería de Economía y Hacienda.

La reapertura de los establecimientos es así, de momento, una medida provisional, a la espera de que los propietarios de las cuatro salas de juego firmen el compromiso y las fechas para saldar sus deudas tributarias. De los cuatro bingos afectados, dos se localizan en Fuengirola, Fórmula y Ajolín; uno en Marbella, Alfil, y otro en Málaga, París.

El pasado viernes estos establecimientos se vieron abocados a cerrar sus puertas al negarse la Junta de Andalucía a suministrarles los cartones oficiales para el juego debido a las deudas acumuladas con la hacienda autonómica desde hace tres años -la delegación del Gobierno de la Junta en Málaga no quiso desvelar el montante de la deuda, que genéricamente considera "muy importante"-.

En el principio de acuerdo alcanzado ayer ha mediado el sindicato CC OO, que lanzó la voz de alarma tras el cierre de los bingos hace una semana por la pérdida de empleo que puede suponer. Según esta central, sólo los cuatro bingos malagueños afectados por la medida tienen en nómina a 120 trabajadores. Pero además, CC OO temía consecuencias más graves, dado que en Andalucía hay 25 bingos morosos con la hacienda autonómica que emplean a unos 1.000 trabajadores.

Según el secretario de la federación de Hostelería, Comercio y Turismo de CC OO en Málaga, Gonzalo Fuentes, con el cierre de las salas "se penalizaba en mayor medida a los trabajadores, que no tienen responsabilidad en la existencia de las deudas, y no a las empresas, que son quienes realmente están incumpliendo sus obligaciones fiscales".

"Una medida así es absurda, porque además impide a la Junta cobrar la deuda, que solo es posible pagar si se mantiene la actividad", insiste Fuentes, quien llama la atención sobre el hecho de que unas medidas tan severas no se adoptan en ningún otro sector de actividad económica y que, al contrario, se facilita que las empresas salden sus deudas.

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CC OO anima a la Junta a emprender cuantas acciones judiciales estime oportunas para conseguir el pago de la deuda tributaria como por ejemplo el embargo judicial de las recaudaciones diarias, que considera serán de mayor eficaccia.

El sindicato se queja además de los "obstáculos" que la administración autonómica viene poniendo a las salas de juego para permitirles el aplazamiento de los pagos de la deuda tributaria, cuando la Seguridad Social o el Ministerio de Hacienda se han mostrado más flexibles.

Ya además, CC OO responsabiliza en buena medida a la propia Junta de las deudas acumuladas por las salas de bingo, "ocasionadas por el excesivo recargo de impuestos que tuvieron que soportar entre los años 1998 y 2002, en una época en la que la actividad de las mismas pasaba además por una importante crisis". Para ayudar a las empresas a salir a flote, la Junta rebajó entonces los impuestos en un 50% y aprobó un nuevo reglamento de juego en el que se aumentó el beneficio de las mismas por la venta de cartones, medidas con las que CC OO recuerda que estuvo de acuerdo y que entiende que han permitido al sector superar la crisis.

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