Comcast decide retirar su oferta hostil y renuncia a comprar Disney

Comcast, la mayor compañía de televisión por cable en Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que es imposible conseguir su objetivo más ambicioso: renuncia a comprar la compañía Disney y retira la oferta que inicialmente convulsionó a la empresa de dibujos animados. El presidente de Comcast hizo pública su decisión asegurando que la maniobra nunca fue una operación de relaciones públicas, sino un intento honesto de hacerse con una de las empresas más legendarias de EE UU.

El intercambio de acciones que llegó a ofrecer Comcast prometía entregar el 0,78% de cada título de esta compañía por cada uno de los de Disney, lo que habría proporcionado a los accionistas de Disney un 10% de rentabilidad inmediata. Los accionistas se habrían repartido una ganancia instantánea de más de 5.000 millones de dólares y la operación habría tenido un montante final que superaba los 54.000 millones de dólares.

Ése era el primer elemento de la maniobra: el dinero sobre la mesa. Pero la oferta estaba basada en una segunda estrategia, que era aprovechar la disidencia interna en el seno del consejo directivo de Disney. Superada esa crisis, aunque sea con una solución que muchos consideran falsa, Comcast tuvo que reconocer que no puede hacerse con el control de Disney.

Brian Roberts ha hecho un ejercicio al que no está acostumbrado: admitir que ha perdido.