Pedro Pacheco anuncia una rocambolesca operación para enjugar la deuda del circuito de Jerez
El Consejo de Administración de Cirjesa, la empresa municipal que gestiona el circuito de Jerez, se reunió ayer, después de tres años sin hacerlo, para hacer balance de la deuda acumulada por la entidad, que asciende a más de 75 millones de euros. La cantidad se desglosa en un déficit acumulado de 11 millones de euros, deudas con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y el propio Ayuntamiento por valor de 26 y 35 millones, respectivamente; una factura de tres millones de dólares a pagar a Dorna, la organizadora del Mundial de Motociclismo, y otros conceptos.
En este circuito gaditano han arrancado hoy los entrenamientos oficiales del Gran Premio de España de Motociclismo.
El presidente de la sociedad y actual delegado de Urbanismo del Ayuntamiento jerezano, Pedro Pacheco, anunció una compleja, insospechada y rebuscada maniobra por la cual, aseguró, las cuentas del trazado estarán saneadas antes de que finalice el año en curso. El plan previsto pasa por una operación de reducción y ampliación de capital y por la entrada en el accionariado de un inversor privado. El Ayuntamiento de Jerez suscribiría la primera ampliación de capital en compensación a la deuda de 35 millones de euros que Cirjesa mantiene con el municipio. Tras este paso y, según Pacheco, llegaría una segunda inyección económica por parte de un grupo inversor llamado St. James and Hardford, del que apenas dio detalles, que tras poner 30 millones de euros se quedaría con el 52% de las acciones del trazado de velocidad. La deuda con FCC se enjugaría en base a estos planes con una cesión de terrenos, un porcentaje de acciones o una fórmula mixta entre ambas. Después de todo esto, Pacheco aseguró que los números rojos del circuito "se eliminarán en su totalidad".
El PSOE votó en contra de la operación de ingeniería financiera, que ya ha puesto en manos de su gabinete jurídico para su análisis de forma pormenorizada. Para los socialistas, la conclusión es que los jerezanos tendrán que pagar de sus impuestos un montante de 35 millones de euros, mientras que los acreedores siguen esperando su dinero.
