El PP valenciano elige presidente a Camps como sucesor de Zaplana con el aval de Rajoy
José Joaquín Ripoll, que aspiraba a liderar el partido, será el nuevo secretario general
Francisco Camps, presidente de la Generalitat valenciana, ocupa desde ayer el cargo de presidente regional del PP en esa comunidad autonóma. Camps fue elegido por asentimiento con el aval de Mariano Rajoy y Ángel Acebes, después de que Eduardo Zaplana, ex ministro de Trabajo, renunciara al cargo. El presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, que fue propuesto desde diferentes ámbitos del PP para ocupar la presidencia regional, tuvo que aceptar la secretaría general. El acuerdo cierra momentáneamente la crisis abierta entre los populares valencianos.
El relevo se hizo por asentimiento de los miembros de la Junta Directiva Regional del PP valenciano y en un ambiente caldeado sólo por aplausos de cortesía. El secretario general del PP, Mariano Rajoy, acompañado del secretario general adjunto, Ángel Acebes, almorzaron previamente al acto oficial de relevo con Francisco Camps y Eduardo Zaplana.
Luego, el líder nacional del PP Mariano Rajoy insistió, ante la dirección de los populares valencianos, en la necesidad de mantener el partido "unido y cohesionado". "Este es el aval más importante que tenemos ante la sociedad. Mantener eso requiere voluntad, inteligencia, generosidad y finura, y eso es lo que os pido yo", dijo Rajoy, que recalcó la importancia de la organización valenciana, que cuenta con "personas muy importantes" en Madrid. Personas que ocupan puestos de importancia porque tienen "voluntad, inteligencia, generosidad, finura y mi apoyo", dijo Rajoy provocando algunas risas en el auditorio.
El dirigente nacional del PP elogió el trabajo hecho por Zaplana y explicó que lo había nombrado portavoz en el Congreso "porque era el mejor portavoz que tenía". "La función de Eduardo Zaplana es fundamental para el partido y el país, porque es lo que hizo [Rodrigo] Rato [en la oposición]".
Rajoy también agradeció al presidente de la Generalitat y nuevo responsable de los populares valencianos su papel y le pidió que gobierne lo mejor que sepa. El dirigente popular hizo una pausa para dirigirse a Camps y sentenció: "Te pasa algo como a mí y espero que lo hagas tan bien como yo; y yo tan bien como tú".
Previamente intervinieron el presidente saliente del PP valenciano, Eduardo Zaplana, y el recién elegido, Francisco Camps. Zaplana quiso convencer a sus seguidores de que la decisión de proponer a Francisco Camps era la acertada. Una decisión adoptada a instancias de la dirección nacional del PP después de que decenas de personas próximas al ahora portavoz en el Congreso impulsasen la candidatura de José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación de Alicante, como alternativa a Camps.
Mantener la unidad
El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, fue franco en su discurso y reclamó a los miembros de la dirección, compuesta mayoritariamente por personas de su confianza, un esfuerzo por mantener la unidad. "Me voy a entregar como portavoz del Grupo Popular, por tanto, me convierto en otro ciudadano, otro valenciano que trabaja en Madrid", confesó Zaplana, que en otro momento añadió: "Os pido por favor, y estoy seguro que lo hacéis entusiasmados, que votéis a Camps. Todos estamos obligados a hacer un esfuerzo superior para superar estos momentos [en los que el PP está en la oposición en Madrid]".
Al acabar la intervención Zaplana, Rajoy tomó la palabra: "Entiendo que Camps es ahora el presidente del partido".
Tras él tomó la palabra Camps, que reivindicó su antigüedad en el partido (21 años) y dio las gracias a Zaplana tres veces en su condición de ciudadano (por impulsar el desarrollo de la Comunidad Valenciana), de militante (por haber convertido el PP en el primer partido) y a título personal por proponer su nombramiento como presidente de los populares valencianos. Pero Camps agradeció fundamentalmente la presencia de Rajoy "que va a estar junto a nosotros en los próximos años" y la de Acebes, "que conoce excepcionalmente el PP de la Comunidad Valenciana".
El nuevo dirigente pidió "cohesión y unidad" a los cargos y militantes y les instó a ganar las próximas elecciones europeas. Luego Camps, que hasta ese momento ocupaba la secretaría general del PP, propuso a Ripoll para cubrir la vacante.
Tampoco hubo votación, ni intervención de Ripoll. Rajoy, también salió para sentenciar: "Bien entiendo que el señor Ripoll es secretario general del partido". Luego insistió en pedir unidad y cohesión.
Una etapa nueva marcada por los enfrentamientos
El nombramiento de Francisco Camps como nuevo presidente del PP valenciano supone, tal y como reconoció ayer Eduardo Zaplana, "una nueva etapa". "Todo lo que empieza acaba, toda obra se renueva", dijo el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados.
Zaplana reivindicó "ese sentimiento de familia política que ha sido una realidad" en el PP de la Comunidad Valenciana. Un sentimiento que tiene difícil continuidad porque las heridas generadas en las últimas semanas no serán fáciles de restañar. Los presidentes de las diputaciones provinciales de Valencia y Alicante, Fernando Giner y José Joaquín Ripoll, respectivamente; el portavoz en las Cortes Valencianas, Serafín Castellano, y alguno de los miembros del Consell llegaron a movilizarse para recoger avales con los que presentar una candidatura alternativa a la de Camps, tras el anuncio de Zaplana de presentar su dimisión el pasado 13 de abril. Una pugna por el control del partido en la Comunidad Valenciana en la que, según personas próximas a Camps, no ha permanecido neutral la Ràdio Televisió Valenciana, que sigue dirigida por los mismos responsables que nombró Zaplana en su día.
Tras el relevo al frente del PP valenciano, impulsado por la dirección nacional del partido, el sector afín a Zaplana confía en que se respete la promesa de que mantendrán su cuota de poder en la organización, aunque no cuentan con más garantía que la buena voluntad expresada por Camps.
Una voluntad que ayer fue difícil de ver ni por unos ni por otros en la Junta Directiva de los populares valencianos. El acto, convocado con urgencia el día anterior, estuvo marcado por la premura, la dificultad de conjugar las agendas de los altos cargos y la exigencia de Acebes de no retrasar el relevo ni un día más. Así, al acabar la reunión, Rajoy y Acebes salieron raudos hacia el aeropuerto para volver a Madrid. Eduardo Zaplana, sin prisas, se tomaba un agua mineral en un rincón de la cafetería del hotel donde tuvo lugar la reunión acompañado por dos o tres personas de su círculo más próximo. Y en el otro extremo, cuando Camps y Ripoll estaban a punto de salir del hotel, los fotógrafos pedían que se diesen la mano. Era el primer saludo.
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