La AUGC denuncia irregularidades en los ejercicios de tiro de la Guardia Civil de Granada

La Guardia Civil de Granada efectúa sus prácticas de tiro incumpliendo las medidas de seguridad que impone la legislación de armas y sus propios estatutos, según las Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Los ejercicios obligatorios se desarrollan en algunos casos en zonas cercanas a caminos, márgenes de ríos, zonas de cultivo y proximidades de viviendas con el consiguiente peligro para los transeúntes. Los campos de tiro carecen de franjas de seguridad y de carteles que avisen de las prácticas o delimiten el recinto donde se realizan.

Los agentes deber realizar dos veces al año ejercicios de tiro en los seis campos de tiro eventuales que, según la AUGC, hay en el provincia de Granada o en la galería de tiro que la Comandancia tiene en la capital. Durante las prácticas, los guardias disparan ocho cartuchos a tres blancos fijos colocados a 10, 15 y 20 metros. Según el delegado en Granada de la asociación, Antonio Valderas, esos ejercicios se realizan en espacios cercanos a caminos, márgenes de ríos, zonas de cultivo y viviendas, sin marcar una franja de seguridad y sin señalizarlos con carteles, algo a lo que obliga la Ley de Caza y la Orden General del cuerpo sobre ejercicios de tiro.

Según el artículo 152 del Reglamento de armas, los campos de tiro eventuales deben estar delimitados por vallas fijas o móviles y carteles de prohibición de paso, obligaciones que, según la AUGC, no se aplican en los recintos que se utilizan para las prácticas en la provincia de Granada. El artículo 8.1 de la Orden sobre ejercicios de tiro, establece que se deben realizar en parajes que reúnan condiciones de seguridad en cuanto a aislamiento y accesos.

Valderas asegura que en el municipio de Iznalloz (al norte de la capital), el tiro se realiza en el camino de acceso a un cortijo que es transitado por los agricultores y ganaderos de la zona. En Órgiva, los agentes disparan junto al margen de un río. El campo de entrenamiento de Guadix carece de vallas que lo delimiten así como de carteles que prohíban el acceso al recinto.

Según la asociación, el peligro de esta falta de precaución afecta también a los propios agentes. Valderas afirma que en los ejercicios no hay presencia de personal sanitario que pueda socorrerlos en caso de accidente. La Orden General sobre ejercicios de tiro establece que ese personal tiene que estar presente en la medida de lo posible. "Sólo la tercera compañía de Granada y el personal de la comandancia, que se dedican a labores administrativas y de mantenimiento, hacen sus ejercicios en la galería, donde se dan todas las condiciones de seguridad", dice Valderas.

La pistola reglamentaria de la Guardia Civil, la Star de nueve milímetros parabellum, puede alcanzar un blanco a una distancia de unos 30 metros. El clásico fusil Cetme, que tambien se utiliza en las prácticas de tiro, puede apuntar a una distancia superior a un kilómetro. Las armas cortas, que se han dejado de fabricar, se recambian últimamente por otras más modernas (Beretta 92 FS), pero según la AUGC, los agentes que las reciben no hacen ningún curso que les enseñe a utilizarla. "Sólo se les entrega el libro de instrucciones, como si fuera un tostador", señala Valderas.

"Es inaudito que un ejercicio cada seis meses con pistola en el que se disparan 24 cartuchos sea el único que los guardias realizan en Granada para mantener el perfecto dominio que, se supone, deben tener de las armas que utilizan", se queja el delegado de la asociación. Según el agente, las armas sólo se revisan una vez al año.

Fuentes del Ministerio del Interior rechazaron dar su versión sobre las acusaciones de la AUGC.