Vizcaya aprueba el tramo principal de la autovía de la Margen Izquierda

La Diputación de Vizcaya aprobó ayer el proyecto del tramo principal de la autovía de la Margen Izquierda, el llamado eje del Ballonti, que posibilita un acceso alternativo en la comarca a la saturada A-8. El tramo entre Portugalete y Sestao requerirá cerca de 51 millones de euros y se une al aprobado a principios de año, en la localidad de Ortuella. El coste total de la autovía rondará los 126 millones.

Con el proyecto aprobado, sólo queda pendiente el último tramo, desde Sestao hasta el río Galindo, que se quiere disponer el próximo año, según aseguró ayer el diputado vizcaíno de Obras y Transportes, Eusebio Melero. La autovía es fundamental para aliviar el tráfico en la Margen Izquierda, cuyos vecinos se ven abocados a utilizar la autopista A-8 no sólo para acceder a Bilbao, sino para desplazarse de un municipio a otro de esta comarca.

En febrero pasado, la Diputación aprobó los primeros proyectos constructivos: las dos fases del tramo Nocedal- Balparda, en la localidad de Ortuella, con un coste global de casi 16,5 millones de euros. Esta parte de la autovía permite conexiones con el Puerto de Bilbao y el polígono Abra Industrial. La intención es que las obras comiencen este verano.

El proyecto aprobado ayer es el más importante de la autovía y los casi 51 millones de euros de inversión serán financiados por los ingresos del peaje de la A-8, gestionada por las diputaciones guipuzcoana y vizcaína desde el pasado año. Incluye la mejora de la carretera BI-644 hasta el centro comercial Carrefour y otras obras como bidegorris e itinerarios peatonales.

Melero dijo que para septiembre se espera el inicio de los trabajos del tramo entre Portugalete y Sestao, y aunque el plazo de ejecución se ha fijado en 33 meses, "se tratará de acortarlo a los 26 ó 28 meses".

La última parte de la autovía, hasta el río Galindo, se pretende acometer el próximo año, con lo que la Diputación mantiene la idea de concluir el eje del Ballonti en 2007.

Si se cumplen estas previsiones, la autovía, de ocho kilómetros de longitud, estará disponible nueve años después de su anuncio en las Juntas Generales. El coste global se calcula en 126 millones de euros, lo que dobla las previsiones barajadas hace cuatro años, y superará al vial más caro construida hasta ahora en Vizcaya el corredor del Txorierri, que costó 115 millones.