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Varias explosiones y tiroteos sacuden el barrio de las embajadas de Damasco

Un edificio de la ONU en la capital siria resulta alcanzado por una de las bombas

Un comando armado atacó ayer a última hora de la tarde el barrio de Mezzeh, en Damasco, donde se encuentran la mayor parte de las embajadas, provocando una situación de pánico en la capital siria. Testigos presenciales aseguraron haber escuchado al menos una decena de explosiones, ráfagas de metralletas y haber observado cómo las fuerzas de seguridad sirias abatían a tiros a dos presuntos atacantes momentos después de que dispararan una granada autopropulsada contra un edificio que en otra época albergara una agencia de Naciones Unidas.

Portavoces oficiales señalaron esta madrugada que otras dos personas, un policía y una mujer, habían muerto durante los tiroteos.

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Los incidentes se iniciaron hacia las siete de la tarde, en el centro del barrio de Mezzeh, una de las áreas más residenciales y aristocráticas de Damasco, donde se encuentran radicadas numerosas delegaciones diplomáticas, sedes de organismos internacionales, la Facultad de Letras de la Universidad de Damasco y las tiendas modernas y elegantes de la ciudad, enseña y emblema del proceso de apertura económico del régimen. En este escenario irrumpió un grupo de hombres enmascarados, a bordo de dos vehículos, que dispararon con un lanzagranadas sobre un edificio aparentemente abandonado, que en otra época había servido de sede a una agencia de Naciones Unidas.

Antes de que pudieran huir del lugar, tras haber efectuado dos disparos, agentes de seguridad siria, que custodiaban algunas de las delegaciones cercanas, dispararon contra los asaltantes, tratándoles de impedir la huida. El intercambio de tiros provocó una situación de confusión y pánico. Un microbús de viajeros, que se encontraba prácticamente vacío, recibió diversos impactos de bala. Los disparos alcanzaron asimismo tres vehículos aparcados. Un coche de los atacantes saltó por los aires.

En el suelo quedó un asaltante muerto y otro herido. La policía detuvo a un tercero, mientras el resto del grupo lograba escapar.

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La agencia de prensa oficial Sana, que durante la tarde facilitó alguna información con respecto al ataque, interrumpió de pronto su servicio para negar y anular todos los datos, asegurar a modo de conclusión que la "situación estaba bajo control" y que todo había sido obra de "un grupo subversivo". El apagón informativo generó todo tipo de especulaciones, incluido un presunto ataque a la Embajada británica o a la canadiense, lo que fue desmentido desde las correspondientes metrópolis.

En medio de esta confusa situación James Gordon, un profesor británico de una universidad privada del barrio de Mezzeh, que fue desalojado de la escuela por las fuerzas de seguridad, con cerca de 70 alumnos en los primeros momentos de confusión, aseguró a la prensa haber sido testigo de la muerte de tres atacantes a manos de la policía. El profesor explicó que había presenciado, con sus alumnos el tiroteo y la muerte de los atacantes, desde un bosque cercano de cactus, donde se vieron obligados a refugiarse.

Ayer por la noche mientras el barrio de Mezzeh trataba de reponerse del susto, mientras la policía levantaba el asedio, surgían todo tipo de especulaciones sobre la identidad de los atacantes. Se hablaba ayer de una operación de un comando de Al Qaeda o de activistas kurdos. En cualquier caso es un hecho de escasos precedentes, ya que Damasco es tradicionalmente una ciudad tranquila y segura.

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