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Reportaje:FÚTBOL | Jornada de amistosos internacionales

El 'ocho' feliz

Xavi destaca más que nunca en su nueva posición como interior en el Barcelona

Santiago Segurola

Hay jugadores que parecen llevar toda una vida en el fútbol, como si formaran parte del paisaje. Es el caso de Xavi, el magnífico centrocampista del Barça. Su prestigio le viene de lejos, de aquella etapa juvenil que le consagró como una de las grandes esperanzas del fútbol español y, sin duda, en el sucesor de Guardiola. Ha pasado tanto tiempo en primera fila -campeón del mundo sub 20, subcampeón olímpico, titular del Barça desde los 18 años- que quizá ha sido víctima de un juego que ha perdido la paciencia, que se fatiga rápidamente de los futbolistas, obligado al consumo radical del éxito y a la necesidad mediática de nuevas caras. "¿La edad? 24 años", dice Xavi, que lleva las críticas con la misma serenidad con la que juega. Todavía está lejos de la plenitud y ya ha escuchado acusaciones deprimentes. Le han catalogado de perdedor y de futbolista gastado, sin derecho a establecerse como lo que es: una gran referencia del Barça y quizá de la selección.

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Inteligente, educado y reflexivo, Xavi se ha convertido junto a Ronaldinho en la gran noticia del Barça. Las críticas han cesado ante la evidencia de su importancia en un equipo que galopa imparable en la segunda vuelta del campeonato. Ya no es un perdedor, ni está gastado, ni se siente obligado a tomar el papel de Guardiola en el plano simbólico y en el futbolístico. El Barça gana, Xavi juega en una posición donde se siente feliz y, de repente, es un jugador joven, de 24 años, camino del éxito. Es tan natural su regreso a la selección y es tan visible su calidad que cuesta creer que haya permanecido tanto tiempo fuera del equipo nacional. En este capítulo, Iñaki Sáez no es dudoso de su entusiasmo por Xavi: desde juvenil siempre fue básico en todas las selecciones que dirigió el técnico vasco. A Sáez le gustaba menos Xavi como medio centro que como centrocampista creador, liberado de obligaciones defensivas. Ni media punta, ni medio centro, algo a mitad de camino. Algo que Rijkaard ha concretado en el Barça, donde Xavi funciona casi como un ocho clásico. "Ahora juego como lo hacía Amor en los tiempos de Cruyff, y me siento muy bien ahí, porque es mi posición natural".

Su nueva ubicación ha sacado lo mejor de él. En el campo es a la vez riguroso y creativo, condiciones que muchas veces están enfrentadas en un mismo jugador. Tampoco le falta personalidad. Sin embargo, reconoce que ha sentido el peso de las críticas. "Es muy difícil sustraerse al ambiente que ha rodeado al Barça durante los últimos años. Llegas a pensar que no sirves", comenta en este periodo feliz de su carrera. Naturalmente, Xavi atribuye el cambio a los resultados -"es la ley del fútbol"-, pero sabe que se han producido factores necesarios para girar la opinión. "La nueva junta directiva ha actuado con sensatez y prudencia. Ha sido muy importante después de tanto tiempo de conflictos. Lo demás ha venido por el nuevo sistema. Hay equilibrio y todos estamos en nuestras posiciones naturales".

No se le escapa la contribución de Ronaldinho a la causa. Habla con admiración del astro brasileño -"ha generado un entusiasmo que yo no conocía entre la gente"- y siente que hay base suficiente para esperar grandes cosas del Barça. "Hay tanta ilusión que, antes de terminar esta Liga, ya estamos deseando que comience el nuevo campeonato. Atrás han quedado cuatro años de decepciones. Creo que los jugadores hemos jugado un papel importante en la recuperación, aunque cueste reconocer nuestros méritos. Cuando las cosas iban mal, se hablaba de los directivos y de los entrenadores como culpables. Cuando van bien, ocurre lo mismo".

Xavi ha escapado definitivamente de la sombra de Guardiola. Su nueva posición le ha ayudado a liberarse de un peso excesivo para cualquiera. "Guardiola era único por muchas cosas: porque cumplía mejor que nadie las condiciones para jugar de medio centro y porque era un símbolo de muchas cosas en unos grandes años del Barça", dice. "No es que no me sintiera cómodo en aquel puesto, es que considero que mi sitio es el que ocupo ahora".

La nueva posición de Xavi puede abrir una vía prometedora para Sáez, si se decide a probar alguna vez el sistema del Barça, con dos pretorianos por detrás de Xavi y Ronaldinho. Al fondo está el debate sobre el uso de Valerón, y ahora también de Xavi, junto a Raúl y Fernando Torres. "Como alternativa es buena, pero es muy difícil encontrar hueco en la selección. ¿Cómo vas a quitar a Vicente, que está inmenso? Hay muy buenos futbolistas en este equipo".

Xavi protesta en el Corea-España del Mundial de 2002.
Xavi protesta en el Corea-España del Mundial de 2002.ASSOCIATED PRESS

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