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Penas máximas para tres menores por el crimen de Ronny Tapias

La juez impone ocho años de internamiento en régimen cerrado y cuatro de libertad vigilada

Sentencia dura. El Juzgado de Menores número 2 de Barcelona ha condenado a ocho años de internamiento en régimen cerrado y otros cuatro de libertad vigilada a cada uno de los tres menores de edad como coautores del asesinato de Ronny Tapias, de 17 años, muerto de una puñalada el 28 de octubre de 2003 a la salida del instituto Sant Josep de Calassanç de Barcelona. La juez afirma que Tapias fue identificado erróneamente por sus agresores.

Las defensas recurrirán contra la sentencia ante la Audiencia de Barcelona, por lo que ésta no será firme hasta dentro de un mes por lo menos. Para entonces, los tres menores ya habrán cumplido el máximo de seis meses de internamiento provisional que prevé la ley y por ese motivo la juez ha ordenado su libertad. La condena impuesta ayer es prácticamente la máxima que prevé la Ley del Menor, con un abanico que va hasta ocho años de internamiento y otros tantos de libertad vigilada.

Los condenados son Juan Felipe G., Leonel P. y Jeury D. El primero es colombiano y los otros son dominicanos. La sentencia asegura que los agresores pertenecían a la banda juvenil de los Ñetas y que actuaron así para "desquitarse" y "poner respeto" frente a la banda rival de los Latin King, con los que el día anterior habían discutido en una discoteca del barrio de Collblanc. En esa discusión estuvo Leonel P. y pudo evitar una agresión.

La juez asegura que los Ñetas y los Latin King son bandas violentas y rivales formadas por jóvenes de origen suramericano "entre las que existe un fuerte enfrentamiento" y en cuyas discusiones es habitual el uso de armas blancas. Sin embargo, precisa que Ronny Tapias "no pertenecía ni tenía relación con ninguna banda juvenil" y que el día del crimen fue reconocido "por error" por Leonel P. cuando afirmó: "Ése, ése, el del pelo largo que lleva la cinta en el pelo, ése es".

Testigo protegido

El asesinato ocurrió después de que Tapias, acompañado de un amigo que ha sido testigo protegido en este juicio, fuese perseguido por un grupo de cinco dominicanos hasta una copistería cercana al instituto. Allí, sin mediar palabra, "uno de los agresores" le dijo: "Ya te avisé", y le asestó una puñalada mortal que le afectó de pleno al pulmón y era "mortal de necesidad", dice la sentencia. Con todo, pudo correr unos metros, y los tres menores le persiguieron hasta que cayó al suelo sangrando. Los agresores, prosigue la juez, se aseguraron de la muerte y le propinaron "sendas patadas en la cabeza y en el pecho antes de huir". En este sentido, la sentencia destaca la "ausencia de cualquier sentimiento de culpa y la frialdad demostrada a lo largo de la sesiones del juicio" por los acusados.

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Por estos mismos hechos están imputadas otras siete personas mayores de edad a las que juzgará en su día la Audiencia de Barcelona. Todos ellos participaron en el "plan" de vigilancia de las inmediaciones del instituto y dos ellos iban con los tres menores el día del crimen persiguiendo a Tapias. La sentencia no concreta quién fue el autor de la agresión mortal.

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