La caída de márgenes del azulejo aviva la fiebre inmobiliaria en Castellón
Proyectos de millones de metros sobre el litoral de Burriana a Peñíscola
La rentabilidad de la industria cerámica de Castellón se mantiene por encima del 5%, pero hace apenas cinco años rondaba el 15%. La competencia asiática y la alerta ante los riesgos del "mocultivo" industrial coinciden con el impulso institucional de un aeropuerto, la mejora de infraestructuras viarias y el impulso a la urbanización del litoral entre Peñíscola y Burriana. Como resultado, el capital se desplaza hacia el negocio inmobiliario en busca de rentabilidad y la diversificación de riesgos. El alza de precios de la tierra, por otra parte, amenaza la potente agricultura citrícola en la provincia.
"El azulejo ha tocado techo". Un catedrático de Valencia resume un sentir general en torno a la pujante industria cerámica de Castellón, un sector que ha crecido anualmente en porcentajes de dos dígitos hasta superar la producción de la competencia italiana. La competencia China, cuya cuota de mercado internacional se ha duplicado anualmente desde 2000, sitúa a la industria española, que se concentra en un 80% en la provincia de Castellón, en un escenario "maduro". "El reto es obtener más beneficio con menos ventas", apunta el mismo catedrático, "como los italianos".
La rentabilidad de la industria cerámica se mantiene por encima del 5% y duplica la de los competidores italianos. Pero se sustenta sobre un alto consumo nacional. "España es el mayor consumidor per cápita de materiales cerámicos", ha comentado Fernando Diago, presidente de la patronal azulejera.
El azulejo adquiere carácter de monocultivo industrial en grandes comarcas de Castellón, sustentado por 250 empresas medianas, pequeñas y muy pequeñas. Una característica que Rafael Benavent, presidente de Gres de Nules y Keraben, ha identificado con el "minifundismo cerámico", una forma de propiedad que hace muy vulnerable la industria.
Sobre ese escenario surge una decidida apuesta institucional por el fomento de la actividad hotelera. Un diputado autonómico del PP explica que "el azulejo necesita un replanteamiento" y asume que algunas empresas "pueden salvar el descenso de ventas coyuntural en los mercados tradicionales de la Unión Europea y Estados Unidos por tamaño, pero otras desaparecerán ante la competencia asiática".
A continuación subraya que la provincia de Castellón "tiene grandes expectativas de crecimiento" en el ámbito del turismo. "Las posibilidades de desarrollo entre Peñíscola y Burriana son enormes", añade, "por eso el PP ha favorecido la construcción de un aeropuerto cerca de Oropesa, la construcción de la autovía de La Plana, el desdoblamiento de la Nacional 340 o el impulso al tren de alta velocidad". "No se trata de sustituir el azulejo, sino ofrecer una posibilidad para diversificar y desarrollar un sector muy poco explotado", concluye.
La situación despierta alarma entre algunos expertos, que temen los efectos de un cambio de modelo económico en Castellón. El extremo más catastrofista lo ilustra un profesor de la Universidad de Valencia: "Una clase empresarial tarda años en consolidarse y los azulejeros de Castellón constituyen un modelo de manual". "Desde hace 40 años han incorporado paulatinamente procedimientos y novedades que han situado su industria en el primer lugar del mundo", añade, "si ahora renuncian a la formación de capital bruto para destinar recursos a la especulación inmobiliaria corren el riesgo de perder la carrera, la tentación del turismo es una huida de lo que tenemos, Castellón no debe agotar sus recursos en el litoral y abandonar una industria puntera", insiste la misma fuente.
Agustín Escardino, vicerrectro y director del Instituto Tecnológico de la Cerámica, no es tan pesimista. Entiende que algunos industriales hayan decidido "dejar de tener todos los huevos en la misma cesta", pero asegura que la apuesta por la mejora tecnológica crece: "Las grandes empresas que siempre han trabajado con nosotros nos siguen requiriendo y las pequeñas, que antes ponían la oreja en el café para conocer las últimas novedades, ahora nos contratan para incorporar nuevas tecnologías, la cuantía de los contratos es menor, pero hay más contratos".
Una catedrática de Castellón explica que el desarrollo tecnológico de la industria cerámica, sobre todo en materia de esmaltes y fritas, ha agotado su recorrido, de modo que los crecimientos se moderarán en el futuro. Pero no teme por el azulejo, ni por las industrias auxiliares de transportes, embalajes o cartonajes surgidas a su alrededor. La misma fuente apunta que si la acumulación de capital agrícola procedente de las explotaciones naranjeras permitió levantar la industria cerámica, ahora son los azulejeros los que diversifican sus negocios, caso que ilustra con un ejemplo: "Rafael Benavent tiene tres hijos dedicados al negocio cerámico, su comercialización y distribución y el cuarto se dedica a las naranjas y la construcción".
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