Carácter y comodidad
A pesar de ser un cupé grande, el 645 Ci conserva el carácter deportivo de BMW. Se aprecia ya en la posición de conducción, baja y con la butaca pegada al suelo. Y el volante y el asiento, regulables eléctricamente, permiten encontrar bien la posición ideal. Pero tiene un acceso algo incómodo, sobre todo al salir.
Calidad mecánica
El 645 Ci sólo se vende con el motor 4.4 V8 de 333 CV, que ofrece una respuesta suave, exquisita y poderosa desde el ralentí hasta las 6.500 vueltas. Lleva un cambio manual de seis marchas que es lo único que desentona: está bien escalonado, pero es lento y tiene un embrague duro. Pero hay un automático secuencial de seis marchas (2.478 euros) mucho más apropiado. Y también un secuencial SMG de seis marchas (1.721 euros) muy deportivo y avanzado. Al margen de la elección del cambio, las prestaciones son siempre espectaculares: acelera como un tiro en las marchas cortas y el poderío no se acaba ni en la sexta. Basta acariciar el acelerador para sentir todo su carácter, y tiene un tacto y aislamiento impecables.
Los consumos son altos, pero no excesivos para su cilindrada: a ritmos tranquilos puede gastar 10 litros, sube a 14-15 en conducción rápida e incluso a 16 en ciudad.
Comportamiento sobresaliente
El 645 Ci llama la atención por su calidad, precisión y refinamiento. Y sorprende con un comportamiento muy ágil para su tamaño, que refleja un buen trabajo en todo lo que afecta a la conducción.
El peso, sólo 1.615 kilos en vacío, es muy bajo para un coche tan grande, pero utiliza muchos materiales ligeros (aluminio, termoplásticos...) y soluciones electrónicas que aumentan la seguridad y simplifican la conducción. La dirección activa de serie reduce el giro del volante en curvas lentas para hacerlo más directo, y lo aumenta a alta velocidad para que sea menos sensible a las imprecisiones del piso o el conductor. Las estabilizadoras activas reducen el balanceo lateral, y hay una tecla que hace más rápido e instantáneo el acelerador. El control dinámico de estabilidad se puede regular para que actúe más tarde y deje disfrutar toda la deportividad.
Con estas ayudas, el 645 Ci es muy manejable y seguro en todas partes, pero lo mejor es que mantiene siempre un confort sobresaliente y pasa los baches sin que se noten. En zonas viradas tiene la agilidad de un GTI, enlaza las curvas sin balanceos y apenas se nota el tamaño. Y sobre todo obedece con una rapidez y precisión que no ofrece casi ningún modelo. Las virtudes se mantienen en trazados amplios y autopistas, con un gran aplomo y un apoyo noble y preciso en curvas rápidas. Los frenos son muy buenos y ayudan a lograr esa sensación de dominio y seguridad de los mejores coches.
El 645 Ci es un cupé deportivo y cómodo que convierte los viajes en un placer y hace disfrutar siempre: a ritmos suaves o rápidos, en ciudad o carretera, etcétera.
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