Zapatero recibe en León su primer baño de multitudes como presidente

Miles de ciudadanos aclamaron en la tarde de ayer por las calles de León a su paisano José Luis Rodríguez Zapatero. En plena campaña electoral, el líder del PSOE había prometido que su primer viaje oficial como presidente del Gobierno tendría como destino la capital leonesa. Allí ha transcurrido toda su vida, a pesar de que nació en Valladolid. Zapatero cumplió ayer su compromiso, cinco semanas después de ganar las elecciones generales, y se vio recompensado por una multitudinaria muestra de cariño popular en su recorrido a pie por las calles.

Zapatero recorrió a pie los poco más de 500 metros que separan el Ayuntamiento del Nuevo Recreo Industrial. Allí, el presidente del Gobierno leyó el capítulo 38 de la segunda parte de El Quijote, de una edición con ilustraciones del pintor burgalés afincado en León José Vela Zanetti. Ese fragmento fue elegido por su profesor de Literatura en el Colegio Leonés, Alfonso García, quien se fundió en un fuerte abrazo con el presidente.

Antes, en la calle, Zapatero, visiblemente emocionado, no escatimó saludos a numerosos amigos y conocidos que se agolpaban entre el público tras las vallas. Se abrió camino a duras penas a pesar del fuerte cordón policial que intentaba atajar las numerosas demostraciones de cariño del público. Los congregados le vitoreaban "¡presidente, presidente!" y "no nos falles", y le lanzaban piropos y deseos de suerte en su labor.

Zapatero llegó al aeropuerto de León, situado en La Virgen del Camino, en las inmediaciones de la ciudad, pasadas las 17.30 horas y desde allí se trasladó al Ayuntamiento, donde fue recibido por la corporación municipal en pleno, incluidos los concejales del PP, en la oposición. Aquí, el alcalde le hizo entrega de una réplica del gallo persa que ha coronado durante casi 1.000 años la Colegiata de San Isidoro, donde descansan los restos mortales de la mayoría de los Reyes de León.

Entre el público se encontraban su padre y su hermano, amigos, compañeros de partido y numerosas personas relacionadas con el mundo de la cultura, entre ellos Antonio Gamoneda, Premio Nacional de Poesía.

En una breve pero emocionada intervención que no llevaba preparada, el presidente del Gobierno dijo que en las últimas semanas había vivido momentos cargados de intensidad, pero que este viaje suponía "un momento de gran significación" para él.

Zapatero agradeció a los leoneses el apoyo "sentido" durante la campaña, el respaldo electoral a su candidatura y garantizó que pueden contar con él siempre como aliado. El presidente del Gobierno señaló que en esta tierra se ha forjado y añadió que no ha pasado ni un solo día aún en su vida en el que no se acuerde de su ciudad y sus gentes. "Cada día me acuerdo de León. No hay decisión, ni aspiración en la que no esté presente mi tierra y el futuro de todos los leoneses", dijo.

Zapatero se refirió al atentado del 11-M y manifestó que fue consciente de cómo el pueblo de León estuvo en la calle con las víctimas. Afirmó que uno de sus objetivos es hacer lo que promete, cumplir la palabra dada y en este sentido señaló -dirigiéndose al alcalde, el socialista Francisco Fernández- que ejecutará los compromisos con León.

Antes del verano, dijo, se celebrará un Consejo de Ministros en esa ciudad, en el que se abordarán decisiones importantes para la capital y la provincia. Zapatero aseguró que trabajará todo lo que pueda para colmar las expectativas de la ciudad. El presidente del Gobierno sentenció finalmente: "En el momento que tome una decisión u otra estaré pensando en lo mejor que he tenido en mi vida, que ha sido vivir en León". Y concluyó con un "¡Viva León!".