Volkswagen invita al emirato de Abu Dabi a tomar hasta el 10% del capital de la empresa
La firma automovilística alemana compra el líder europeo de 'leasing' de coches
En una operación a varias bandas, la firma automovilística alemana Volkswagen pretende incorporar en su accionariado al emirato árabe de Abu Dabi, según anunció ayer en la junta anual de accionistas su presidente, Bernd Pischetsrieder. De salir adelante estos planes, el emirato podría llegar a controlar hasta un 10% del grupo alemán, convirtiéndose en su segundo mayor accionista, por detrás del Estado federado de Baja Sajonia. La operación está vinculada a la adquisición de la compañía holandesa LeasePlan, líder europeo de leasing de automóviles.
Debilitada por un negocio automovilístico que también en el primer trimestre fue "desastroso", Volkswagen quiere fortalecer sus negocios financieros. LeasePlan, que gestiona 1,2 millones de coches y el año pasado registró beneficios de 193 millones de euros, hasta ahora era propiedad del banco holandés ABN Amro. Volkswagen, propietaria de la firma Europcar, que también ofrece leasing (alquiler con opción de compra) de automóviles, pagará alrededor de 1.000 millones de euros para hacerse con el 50% del capital de la compañía holandesa. El otro 50% será asumido, a razón del 25% cada uno, por Abu Dabi y el fondo de inversión saudí Olayan.
La clave de esta operación está en que el grupo alemán pretende pagar con acciones propias sus 1.000 millones de euros. Las participaciones, según los planes de Pischetsrieder, serían cedidas a Abu Dabi, que, a cambio, compraría a nombre de Volkswagen el 50% en LeasePlan. Como resultado, el emirato controlaría un 6,5% del grupo automovilístico. A través de otras operaciones financieras, esta participación podría incluso aumentar hasta el 10%, según adelantó ayer el grupo alemán, que en la actualidad controla precisamente un 10% de sus propias acciones.
Abu Dabi no sería el primer inversor árabe en la industria automovilística alemana. Kuwait ya controla un 7,2% de DaimlerChrysler. La operación, sin embargo, iría más allá: todo indica que el grupo alemán de esta manera quiere prepararse a una eventual derogación de la llamada Ley Volkswagen. Ésta obstaculiza considerablemente una oferta pública de adquisición (OPA) al limitar al 20% los derechos de voto incluso para aquellos accionistas que lleguen a controlar un paquete accionarial superior. Con ésta y otras disposiciones, la ley perpetúa el control indirecto de la compañía por el Estado federado de Baja Sajonia, que mantiene el 18% del capital.
Bruselas, sin embargo, podría forzar próximamente su derogación. En caso de que, pese a la fuerte oposición alemana, lo logre, con el emirato árabe Volkswagen podría contar con un fiel aliado para enfrentar eventuales OPA. "Abu Dabi sería un inversor digno de confianza y orientado a largo plazo, que conoce y comparte las metas declaradas del grupo Volkswagen", dijo ayer Pischetsrieder en una frase clave de su discurso. Otros paquetes accionariales están en manos de la sociedad de inversión estadounidense Brandes (6,15%) y la aseguradora francesa AXA (más del 5%). Volkswagen, además, podría volver a comprar un 10% de sus propias acciones, con lo que completaría un grupo de inversores suficientemente amplio y leal para resistir a una eventual OPA.
Tal y como seguramente pretendió el mismo Pischetsrieder, el sorpresivo anuncio de la compra de LeasePlan y la alianza con Abu Dabi relegaron a un segundo plano que los negocios automovilísticos propiamente dichos sigan de capa caída. El presidente de Volkswagen admitió un "desastroso" primer trimestre, aunque se mostró confiado de que en todo el ejercicio se volverán a alcanzar beneficios operativos antes de efectos extraordinarios de 2.500 millones de euros.
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