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Reportaje:

Lecturas a diestro y siniestro

Los políticos inauguran la Fira del Llibre de València, recomiendan libros y opinan sobre si la izquierda lee más que la derecha

Ferran Bono

La Fira del Llibre de València se inauguró ayer con la tradicional ida y vuelta de los políticos por las 91 casetas de libreros y editores instaladas en los Viveros hasta el 2 de mayo. Invitaciones a la lectura, invocaciones para que no llueva como el pasado año, reivindicaciones del libro valenciano y en valenciano se sucedieron en la comitiva encabezada por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la subsecretaria de Cultura, Consuelo Ciscar, y el director general del Libro, Vicente Navarro de Luján. Muy visible fue la ausencia del consejero de Cultura. Esteban González Pons prefirió asistir a la romería de la Santa Faz de Alicante, junto a Francisco Camps, en un contexto al rojo vivo por el enfrentamiento entre campistas y zaplanistas que no parece tener mucho de literario. ¿O sí?

Se notó la ausencia del consejero de Cultura, González Pons, que se fue a la Santa Faz

Dirigidos por la presidenta del Gremi de Llibrers, Gloria Mañas, los políticos desfilaron seguidos por asesores, informadores y guardaespaldas. ¿Lee más la izquierda que la derecha en España, según un tópico? "No sé lo que lee la derecha, pero la izquierda lee mucho", responde Glòria Marcos, líder de EU, que ha terminado Un millón de luces de Clara Sánchez, y empezará Un ensayo sobre la lucidez, de Saramago. La diputada socialista Ana Noguera recomienda La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón; el vicesecretario socialista, José Luis Ábalos, los autores colombianos. Opina que antes la izquierda leía más, porque se ha perdido el "elemento ideológico". La secretaria de Cultura del PSPV, Isabel Escudero, que acaba de disfrutar de El cielo de los leones, de Ángeles Mastreta, no alberga ninguna duda: "Sí, la izquierda lee más que la derecha, sobre todo en este país". A la presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Ascensión Figueres, le ha gustado La creu de Cabrera, de Sorribes, y El origen perdido, de Asensi. Sobre el tópico, tampoco duda: "Es una soberana tontería". Con Cuentos de adúlteros desorientados, de Millás, y El límite de los espejos, de Rafa Coloma, bajo el brazo, Consuelo Ciscar rechaza que la ideología defina al lector y que lo importante es leer. La directora de Debats, Rosa María Rodríguez Magda, muy interesada en las reflexiones sobre Europa de Sloterdijk, asegura que ya no se puede hablar de derecha e izquierda. Navarro de Luján revisa los Episodios nacionales, de Galdós, y afirma que los índices de lectura no están en función de la ideología. El director de la Institució Alfons el Magnànim, Ricardo Bellveser, sugiere volver sobre la obra de Gil-Albert y traza una clasificación: Antes de la II República la derecha leía más; después, la izquierda; y ahora, la derecha. La concejal de Cultura, María José Alcón, ha empezado el último de Saramago y dice que la lectura no tiene ideología. ¿Y la alcaldesa, qué está leyendo? "Para ser sincera, estoy ahora con mucho trabajo y no estoy leyendo nada. Bueno, algunas cosas de actualidad, sobre Aznar", comenta. ¿Y sobre el tópico? "Si lo mantenéis [dirigiéndose al periodista] seguirá funcionando".

Reunidos en un rogle al término del paseo político, los editores también contestan: "¿Quién ha censurado en España?", responde con una pregunta uno de ellos.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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