Camps se apoya en Fabra en la negociación para suceder a Zaplana en el PP valenciano
La Junta Directiva elegirá el miércoles al presidente de la Generalitat como líder regional
El presidente de la Diputación y del PP de Castellón, Carlos Fabra, es uno de los interlocutores designados por el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, para negociar con los hombres de confianza del portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, una salida a la crisis que atraviesa el PP para la elección del nuevo presidente regional del partido. La Junta Directiva regional se reunirá el miércoles, según fuentes del PP. Allí se elegirá a Camps como nuevo presidente del PP valenciano. Ahora está en negociación quién será el secretario general, puesto que ocupa Camps, y si se cambia también alguna vicesecretaría o algún miembro del Ejecutivo autonómico.
La dirección nacional del PP reiteró el martes a Camps y a Zaplana la necesidad de buscar una solución en el plazo más breve posible a la grave crisis que atraviesan los populares valencianos ante la resistencia de los partidarios del ex ministro a ceder el control de la organización al presidente de la Generalitat. La dirección nacional del PP, según fuentes del partido en Valencia, reclamó a ambos "conjugar democracia interna e interés general". Esa democracia interna implica respetar el peso de los afines a Zaplana, que son mayoritarios en los órganos del PP valenciano. Y el interés general implica que Camps, como presidente de la Generalitat, es decir, de uno de los territorios en los que gobierna el PP, sea el nuevo presidente y líder de los populares valencianos.
Zaplana anunció su renuncia a la presidencia del PP el pasado día 13 y convocó una Junta Directiva para el martes 20 pero las disputas internas obligaron a la dirección nacional a retrasar esa reunión. Esas disputas incluyeron el anuncio de José Joaquín Ripoll, hombre de confianza de Zaplana, como posible alternativa a Camps para hacerse con la presidencia regional del PP. Eso ya ha quedado superado, pero como Camps es secretario general, ese puesto lo reclama Ripoll.
Para solventar la crisis, Camps delegó ayer las negociaciones con el sector de Zaplana en su consejero de Economía y ex secretario de Estado para la Seguridad Social, Gerardo Camps, y en el presidente de la Diputación y del PP de Castellón, Carlos Fabra, imputado en un proceso penal abierto por varios presuntos delitos contra la Administración pública.
Malestar interno
Eduardo Zaplana dejó la negociación en manos del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, y en el presidente provincial de Valencia y portavoz en las Cortes valencianas, Serafín Castellano. Todos los cargos del partido recibieron la consigna de no hacer declaraciones sobre la crisis y dejar negociar a los interlocutores nombrados por Camps y Zaplana. Una consigna que no evitó que algunos cargos expresaran en privado el malestar por la elección como interlocutor de Fabra, implicado en un proceso penal relacionado con un supuesto tráfico de influencias para favorecer a varias empresas de productos fitosanitarios. En el proceso se ha personado como acusación particular la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana.
Fabra, que ha simultaneado sus actividades privadas con las públicas y ha incrementado de manera notable su patrimonio desde que accedió a la Diputación de Castellón en 1995, es uno de los puntales orgánicos con los que cuenta Camps en sus aspiraciones a la presidencia regional del PP valenciano. El presidente del Consell ha expresado su solidaridad con Fabra, a quien ha expresado su afecto en todo momento pese a las advertencias de que una sentencia condenatoria contra el dirigente del PP de Castellón podría lastrarle políticamente. El entorno de Camps justifica que Fabra sea negociador porque es presidente del PP de Castellón.
La grave crisis del PP en la Comunidad Valenciana se acentuó el martes 13 con la inesperada renuncia de Zaplana a la presidencia regional. En todo caso, su decisión supone cumplir con una indicación dada en público por Rajoy para que nadie en el PP acumule más de un cargo importante y Zaplana es el portavoz del Grupo Popular en el Congreso.
La renuncia de Zaplana dio paso, casi de manera simultánea, a la recogida de avales entre los cargos del partido en favor de Ripoll, que anunció su predisposición a ocupar el cargo vacante. Ripoll es una de las personas de máxima confianza del ahora portavoz en el Congreso.
La recogida de avales fue considerada como un recrudecimiento de las hostilidades hacia Camps, que nunca ha ocultado su intención de aspirar al liderazgo orgánico del partido.
En este clima, los partidarios de Camps convocaron una multitudinaria reunión de alcaldes el pasado jueves en Valencia para mostrar públicamente el apoyo a su candidatura a la presidencia regional del PP.
La situación de división interna, con reproches y críticas expresados públicamente entre partidarios de Camps y de Zaplana, obligó a la dirección nacional del PP a intervenir nuevamente el pasado martes y a reclamar una solución pactada a la crisis. Según fuentes del PP valenciano, la solución pasa porque Camps asuma la presidencia regional que deja Zaplana con el compromiso de respetar la cuota de poder que tienen sus seguidores.
La negociación, que parecía allanada, se volvió ayer más compleja pues los partidarios de Zaplana reclaman para Ripoll la secretaría general que dejará vacante Camps al asumir la presidencia. Y esta solución cuenta con el rechazo de los partidarios de Camps si no se les concede a cambio la vicesecretaría general, que lleva el día a día de la organización regional y que está en manos de otro hombre de Zaplana, Juan Manuel Cabot.
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